Cincuenta años. Eso es todo. Mucho menos de lo que vive una ser humano de media. Una persona que hoy tiene veinte años, puede que cuando cumpla 70 no pueda disfrutar de la naturaleza salvaje. Simplemente no existirá.

Un 52% perdido en toda la Historia

Es la advertencia que la Universidad de Queensland ha lanzado y que The Guardian ha recogido en sus páginas. Desde que el ser humano escribe la historia en documentos, se ha perdido el 52% de las áreas salvajes. Y el 48% que se mantiene está en un serio peligro. Como dato, desde que se firmaron los acuerdos de Río para la preservación de las selvas se han perdido tres millones de kilómetros cuadrados de espacios salvajes. Es decir, en los últimos 25 años se han perdido la décima parte del total. Los especialistas apunta que a este ritmo, habrán desaparecido completamente los espacios salvajes en tan solo medio siglo. Es decir, si seguimos esforzándonos así seguro que nuestros hijos lo verás. Y los más afortunados de nosotros también. Afortunados por definirlo de algún modo.

Todo lo que nos jugamos

Es mucho lo que nos jugamos en detener este proceso. No es solo que ya no podamos disfrutar estos espacios. Es que su eliminación tendrá un impacto definitivo en los más diversos órdenes. En la atmósfera y el cambio climático, en los ciclos del agua, del nitrógeno, y en la polinización. Por no hablar de la gravedad de la pérdida de biodiversidad. Y lo peor de todo es que no tenemos cincuenta años para cambiar este tendencia. Tenemos mucho menos tiempo. Si no es ya demasiado tarde. Estas áreas salvajes funcionan mediante un complicado y frágil equilibrio. Estamos más cerca de lo que creemos de llegar a un punto de no retorno. De que la afectación de estos ecosistemas sea tan severa que ya no puedan recuperarse aunque decidiéramos recuperarlos.