Siempre que se trata el asunto de la sostenibilidad, ecología y respeto al medio ambiente se habla de un “cambio de mentalidad”. Sin embargo, todos sabemos por experiencia propio que muchas veces cambiar hábitos y prácticas consolidadas es un proceso complicado, lleno de obstáculos y retrocesos. Mucho más fácil y efectivo es crear esa mentalidad desde cero.

Crear la mentalidad verde

Ese es el objetivo de Green School. Esta institución busca inculcar en los más pequeños esa mentalidad cuando sus perspectivas y hábitos se están formando. Green School es el resultado de la idea de John y Cintya Hardy, un norteamericano y una canadiense, radicados en Bali. Allí han puesto en marcha este proyecto que definen como una “comunidad de alumnos para hacer el mundo más sostenible”. En ella educan en sostenibilidad a través de una comunidad integrada, dentro de un espacio abierto rodeado de un entorno natural con el objetivo de transmitir una enseñanza holística hacia el medio ambiente que cree líderes de conciencia para el futuro.

Aprender con la práctica

También buscan cambiar el sistema de enseñanza. Aplican a rajatabla el “aprender con la práctica” convirtiendo las clases en espacio de juego y participación para prepararles no solo en lo que a la conciencia medioambiental se refiere, sino también para darles las armas que les permitan crear sus propios proyectos sostenibles en el futuro. Las matemáticas, la lengua o las ciencias sociales también tienen su lugar, pero son impartidas en aulas abiertas donde se pone el acento en la naturaleza y la creatividad.

"Una verdad incómoda"

John Hardy admite que quedó impactado tras ver el documental de Al Gore “Una Verdad Incómoda” sobre la clase de mundo que iba a heredar sus hijos. Dejó su próspero negocio de joyas y empezó este sueño, que no ha estado exento de problemas, entre ellos el de conseguir una homologación oficial para los estudios que se imparten. Green School cuenta con programas para alumnos desde los tres años hasta la edad universitaria y trata sobre todo, de atraer a los padres de todo el mundo para que se decidan a trasladarse a vivir a Bali con el objetivo de darles a sus hijos una educación que no solo cambie a los pequeños, sino que sirva para cambiar el planeta entero.