¿Son los delitos medioambientales tan solo una cuestión del entorno? ¿Perjudican estas acciones a alguien más que la Naturaleza? ¿No deberían también incluirse las repercusiones humanas que tienen los desastres ecológicos? La Corte Penal Internacional acaba de sancionar esta cuestión.

Competencia de la Corte

El tribunal internacional permanente está encargado de perseguir y juzgar crímenes de guerra, de agresión, de lesa humanidad. Ahora también ha incluido entre delitos de su competencia los crímenes medioambientales. La pasada semana publicó el documento que han recibido con alegría las organizaciones humanitarias de todo el mundo. El tribunal internacional actúa entre unos estrechos márgenes. Lógico si se piensa en la gran cantidad de opiniones e intereses a los que sirve. Sin embargo, ha encontrado una rendija para perseguir a estos delincuentes. A partir de las consecuencias directas que desastres medioambientales tienen sobre comunidades enteras. Y en último término, en toda la Tierra. Es esta lectura lo que permite al tribunal tratarlos como crímenes contra la Humanidad.

Explotación ilegal de recursos

No solo la destrucción del medioambiente entrarán ahora en su jurisdicción. También otras actuaciones como la explotación ilegal de recursos o el despojo ilícito de tierras. En este caso, se establecen como motivos el fuerte impacto económico directo sobre las poblaciones locales. Pero la Corte Penal Internacional seguirá tienen sus limitaciones. Por ejemplo, solo puede juzgar personas. No existe una corte similar que pueda llevar a los banquillos a las empresas. En muchos de estos casos son las empresas, a través de intrincados entramados, las que nominalizan las actuaciones. De esta manera es difícil atribuir los efectos a un responsable concreto.

Impacto sobre las personas

Lo que no cabe duda es del impacto de los delitos medioambientales sobre las personas. El pasado año tres personas murieron asesinadas al intentar defender sus tierras. Los conflictos mineros, agrarios e industriales, las latas y la construcción de presas son los más sangrientos. Son datos de la ONG Global Witness que también denuncia las matanzas de activistas medioambientales en todo el mundo. El asesinato de los defensores del medioambiente es otra actuación que la organización demanda del tribunal internacional.