El vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha asegurado en rueda de prensa que “no aceptan chantajes” y que la comunidad “no es rehén de nadie ni moneda de cambio”, a raíz del anuncio de este lunes del coordinador de Podemos en la región y diputado en las Cortes regionales, José García Molina, de romper el pacto de Gobierno firmado en junio de 2015 con el PSOE que permitió a Emiliano García-Page ser investido presidente. La decisión de Podemos ha sorprendido a la clase política y a los medios de comunicación por la difícil justificación de esta decisión, que, siempre según el PSOE, no atiende a intereses castellano-manchegos sino a decisiones que no están lejos de Madrid y de su secretario general, Pablo Iglesias, que este lunes se ha apresurado a defender la decisión de su partido debido al "flagrante incumplimiento" por parte del PSOE del acuerdo programático, a la vez que avisaba a los socialistas: "ellos solos no pueden".

“Nada que ver con CLM”

Y es que nadie entiende que “el acuerdo de investidura ha muerto por desaliento y vergüenza” el día después del batacazo de Pedro Sánchez, como ha dicho el coordinador castellano-manchego, cuando hace tan solo unos días todo iba sobre ruedas. De ahí que Pablo Iglesias haya rechazado que esta decisión “tenga claves nacionales”. Sin embargo, Martínez Guijarro ha trasladado la sorpresa de su Gobierno asegurando que “estamos convencidos de que la decisión no se debe a la situación política de la región sino a circunstancias ajenas a Castilla-La Mancha”, añade, “no se corresponde a la realidad política” de la región, donde “hace apenas una semana aprobamos junto a Podemos el techo de gasto y el jueves de la semana pasada, durante el pleno en las Cortes, estuvimos negociando los presupuestos para el 2017”. Y no se entiende porque “ahora, unos días después, se habla de la ruptura del acuerdo de investidura, en el que 41 medidas de las 72 que contiene, el 57 por ciento, están cumplidas”, ha añadido

La sombra de Pedro Sánchez

El vicepresidente se ha mostrado sorprendido ante las preguntas de los medios sobre si el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, está detrás de este rocambolesco asunto. “Esperemos que esto sea una mala pesadilla de alguien de Podemos y podamos recuperar la normalidad lo antes posible. No me parece serio y hay cierta deslealtad por su parte. Aquí se ha comunicado la decisión que se ha tomado en otro sitio”, para seguidamente señalar respecto a la supuesta implicación de Sánchez: “simplemente pensarlo me parece abominable; se me ponen los pocos pelos que me quedan como escarpias”.

¿Cómo queda la situación?

El vicepresidente espera que la reflexión que ha anunciado el coordinador regional de Podemos, “acabe cuanto antes” y la normalidad vuelva a la región. Martínez Guijarro ha asegurado que “habrá que prorrogar” los presupuestos del año 2016 para la región si la rotura del acuerdo de investidura entre Podemos y el PSOE hiciera que no se pudieran aprobar las cuentas de la Comunidad Autónoma para el año 2017. Por ello, ha querido mandar un “mensaje de tranquilidad” al respecto, alegando que los servicios públicos “seguirán funcionando con absoluta tranquilidad”, aunque ha advertido que “habrá dificultades” para “recuperar nuevos derechos” que estaban incluidos en el presupuesto para 2017.

¿Entregará Podemos el Gobierno al PP?

Dada la sorpresa de esta ruptura, basada en la nada, como dicen en el PSOE, cabe preguntarse si Podemos estaría dispuesto a entregar al PP de María Dolores de Cospedal el Gobierno de Castilla-La Mancha en el supuesto caso que los conservadores presentaran una moción de censura. Con la sola abstención de los diputados de la formación morada, los “populares” podrían acceder al Gobierno, aunque, según fuentes del PP consultadas por ELPLURAL.COM, cabe la posibilidad de que Podemos presente esa moción “y nosotros la apoyemos”. Ambas posibilidades significarían el hundimiento de Podemos en Castilla- La Mancha y uno de los escándalos políticos más destacados de España.

Problemas internos en Podemos

A todo esto, hay que añadir los graves problemas de liderazgo que tiene Podemos en Castilla-La Mancha, donde una fuerte oposición liderada por el diputado David Llorente, compañero de bancada de José García Molina, pide un nuevo coordinador y políticas diferentes a las que se están aplicándose en la actualidad. Lo que está claro es que García Molina gana tiempo también con esta decisión y evita, por ahora, que sus compañeros lo apeen del poder en la región.