Enrique de Diego. Captura Youtube



El pasado mes de diciembre, un ensayo político se posicionaba en la listas de los libros más vendidos de España en Amazon, la compañía líder de comercio electrónico. Se trata de El suicidio de España (Editorial Libros Libres). Un ensayo en el que el fundador de Intereconomía y azote de Albert Rivera, Enrique de Diego, desglosa los males que en su opinión sufre España.

Pesimismo a raudales concentrados en 240 páginas en la que se exponen sin pelos en la lengua los argumentos que la TDT Party y los movimientos más conservadores repiten a diario. De Diego no oculta que son malos tiempos para la derecha y sin disimulo afirma que “España se derrumba. España se suicida. Y todo es una mierda, una mierdocracia”.

“Este suicidio colectivo, consecuencia de haber dado la espalda a Dios, sólo puede impedirse mediante la oración y la conversión personales”, llega a indicar el fundador de Intereconomía ante lo que considera una crisis que no sólo tilda de económica, sino también “moral y religiosa” y cuyas raíces se asientan ni más ni menos que en el “abandono de Dios; la apostasía y la tibieza respecto a la revelación de Cristo”.

Portada de 'El suicidio de España', obra de Enrique de Diego



Sin corrección política
En El suicidio de España se reflejan los argumentos de la caverna, lo que de verdad piensa gran parte de la derecha en nuestro país. Precisamente, su éxito de ventas radica en atreverse a poner blanco sobre negro las ideas y argumentos que muchas veces  se disimulan desde la TDT Party para no alejarse de la corrección política.

Es un libro de cabecera para los ultramontanos que como de Diego piensan que en España estamos ante una “degeneración de las mentes, acompañada y precedida por la degeneración de las conductas”. Una obra esencial para los que lamentan vivir en una sociedad en la que “el varón sin atributos y la mujer liberada y desquiciada tratan de continuo de presentarse como diversos y espontáneos”.

Para ellos, España está repleta de una serie de “plagas” (la borbónica, la autonómica, la del separatismo, la de los demócratas y políticos profesionales o la de los funcionarios) que “han hecho metástasis en el cuerpo social” del país, “invadiéndolo por completo”.

Franquismo a raudales
“En esta mierdocracia -donde gobiernan los más mierdas, donde la selección es invertida, no por méritos sino por deméritos- no hay división de poderes”, apunta el autor antes de descubrir la plaga que a su entender es la más letal de todas: “la feminista”.

“Es la plaga decisiva, exterminadora. Las españolas actuales han decidido triunfar, realizarse, liberarse, al tiempo que extinguirse”, afirma de Diego rescatando los argumentos machistas que tanto triunfaron en la dictadura. Franquismo a raudales  como cuando el autor carga contra dos “adelantos” técnicos: los electrodomésticos y la píldora por “haber permitido” la incorporación de la mujer al mundo del trabajo.

“Los electrodomésticos han facilitado las tareas del hogar, restándolas sus aspectos más sacrificados. La píldora, los métodos anticonceptivos, y ahora ya abortivos, con la píldora del día después, han facilitado a la mujer disociar su sexualidad de la procreación. De fondo, hay un proceso moral de degradación, en el que un número considerable de mujeres españoles han abjurado de ser madres. La incorporación de la mujer al mundo del trabajo -consecuencia en buena medida de los dos adelantos citados- ha sido un fracaso sin paliativos, una demolición de la sociedad”, dice de Diego en El suicidio de España.