El Gran Wyoming durante la presentación de su libro 'No estamos locos'. Gran Wyoming

 

 


Con una simbólica pegada de carteles en la mítica plaza madrileña del Dos de Mayo y dando un improvisado mitin al que cada vez se acercaban más periodistas y ciudadanos,  José Miguel Monzón (más conocido como El Gran Wyoming) ha presentado este martes No estamos locos, libro en el que el conductor de El Intermedio (La Sexta) realiza un repaso a la historia más reciente de nuestro país.

Desenmascarando a la derecha
Su intención no es otra que la de zarandear las conciencias de los ciudadanos, desenmascarar a la derecha española y explicar que buena parte de los problemas de hoy en día tienen su origen en la Guerra Civil. En definitiva, es un ejercicio de memoria histórica que a buen seguro le situará de nuevo en el punto de mira de la caverna mediática.

“No soy de extrema izquierda”
Algo que Monzón asume con cierta resignación: “La derecha de este país cree que uno es de extrema izquierda, de Herri Batasuna o proetarra si simplemente hace memoria. Pero este libro no es un acto de venganza. Simplemente es un libro que nos cuenta por qué esta crisis ha provocado tamaño caos, desorden y un cambio de sistema en España”.

Los “verdaderos” antisistema
Por todo ello, los principales protagonistas de No estamos locos (Planeta, 17,50€ y 9,49€ versión electrónica) son “una serie de gente que lo que quiere no es arreglar la crisis, sino utilizar la crisis para cambiar el sistema”. Tanto es así que El Gran Wyoming no tiene reparos a la hora de calificar como los “verdaderos antisistema” a los gobernantes que “se meten en el sistema para destruirlo” y no a las personas que superados por los acontecimientos “calzan rastas y rompen una papelera”.

“El rencor cainita” de la derecha española
Respecto a la necesidad de comprender nuestro pasado más reciente, el conductor de El Intermedio  aclara que “para dejar la guerra en paz, hay que hablar de ella con normalidad”. Además, es necesario olvidar el “maldito rencor cainita” de la derecha española. Como ejemplo, Wyoming recuerda que “cuando ganó las elecciones, lo primero que hizo el alcalde de Sevilla del Partido Popular fue quitar una calle a Pilar Barden de la periferia. Ese es el maldito rencor cainita que nos asiste, mientras todavía hay calles dedicadas a los genocidas”.

“Exterminar el germen rojo”
En su opinión, está claro que los vencedores de la guerra “no quieren ver ni un brote rojo todavía. Porque ellos saben que el mal se transmite genéticamente: de comunista a comunista y de roja a roja. Por ello quieren exterminar el germen rojo”.

“El Gobierno lo hace bien”
Respecto al futuro más inmediato de España, El Gran Wyoming recuerda que “la solución empieza por uno mismo”, por lo que resalta la necesidad de que todos los ciudadanos sean conscientes de que el Gobierno “no lo hacen mal. Lo hace muy bien. Porque su gestión consiste en que ellos mismos se forren. Eso es exactamente lo que quieren hacer. Y mientras tanto,  el ciudadano queda en la puñetera calle. Les importamos un carajo”.

No estamos locos
Todos estos asuntos son repasados en No estamos locos a través de un lenguaje fresco, ágil, dinámico y popular. Además, a lo largo de las 304 páginas de su libro, El Gran Wyoming ofrece su opinión sobre temas de rabiosa actualidad como la “marca España”, la Iglesia católica”, o el papel que debe juzgar José María Aznar en la salida de la crisis.

 

 

 

El Gran Wyoming durante la presentación de su libro 'No estamos locos'. Gran Wyoming

 

 


Como adelanto, ELPLURAL.COM les ofrece un pequeño resumen sobre algunas de las opiniones que José Miguel Monzón aporta en su obra:

- Sobre José María Aznar:“Es el presidente que llegó para sacar a España del rincón de la historia. Y nos sacó de golpe: fuimos a la guerra de Irak donde buscábamos armas de destrucción masiva; fue autor de la Teoría de la Conspiración tras el 11-M; casó a su hija de la forma menos modesta que podamos imaginar y que se convirtió en la convención de personajes del caso Gürtel (asistieron 18 imputados), y dejó frases tan demoledoras como cuando definió a los manifestantes como perros que ladran su rencor por las esquinas”.

- Sobre la derecha española y la “marca España”: “Nuestra derecha es marca España, y aunque todas las derechas persiguen el mismo fin, sacar la mayor cantidad de pasta al ciudadano en el menor tiempo, en otros sitios se respetan las formas, y al ciudadano, que es el que paga la fiesta, le hacen creer que a él también se le respeta. Aquí no nos dirigen la palabra y cuando lo hacen es para cuestionar nuestra inteligencia (…) Esta derecha nuestra es cerril, inculta, intransigente y cruel”.

- Sobre los españoles: “Ese privilegio de no pagar impuestos ha marcado nuestros cromosomas a fuego y nos resistimos a soltarlo. Todos los españoles sienten en lo más profundo de su ser la dualidad que heredan de este noble origen. Por un lado, la pertinaz resistencia a cumplir con las obligaciones fiscales, y, por otro, la necesidad de decir a la primera oportunidad: `Usted no sabe con quién está hablando´(…). Somos contradictorios, duales, esquizoides y pícaros”.

- Sobre el patriotismo español: “Cuando logramos proezas deportivas o mandan a alguien de un pueblo serrano a la estratosfera, nos sale el nacionalismo carpetovetónico y formamos hordas que gritan al unísono frases absurdas; bebemos, nos abrazamos con desconocidos; bebemos, nos pintamos la cara como la gente de los bosques; bebemos, sentimos el orgullo de ser español en lo más profundo del ser, y bebiendo entonamos cánticos regionales”.

- Sobre nuestros gobernantes y la Iglesia: “El español ha sido un pueblo que, desde que tenemos memoria, ha estado sometido. Nuestra historia está plagada de reyezuelos, tiranos, sátrapas,  militares medrantes, aristócratas decadentes y, en general, gobernantes incapaces que llegaban al poder gracias a su intransigencia y crueldad, con una característica común: un inmenso amor a la patria solo comparable al que cursaban al dinero, unido a un desprecio de la misma dimensión por su pueblo; y todo ello, claro está, con la bendición de una Iglesia que legitimaba sus crímenes y atropellos a condición de recibir su parte del botín, que le ha permitido, entre absolutistas y dictadores, juntar un patrimonio mayor que el del propio Estado”.

- Sobre los neoliberales: “El primer mandamiento, y el único, llegado el caso, por el que se rige el llamado “neoliberal” en economía es forrarse a costa de lo que sea, por encima de lo que sea y aplastando a quien se ponga en el camino”.

(Puede obtener más información sobre No estamos locos en la página web de la Editorial Planeta).