El Papa Francisco ha nombrado al actual nuncio en Venezuela, el italiano Pietro Parolin, de 58 años, como nuevo secretario de Estado vaticano. Con su decisión, el Papa ha puesto fin a toda una era, la del todopoderoso y controvertido Tarcisio Bertone, antecesor en el cargo y que fuera mano derecha de Benedicto XVI.  Se trata de la Santa Sede de la Iglesia católica, "eppur si muove" (y, sin embargo, se mueve).

Vatileaks hundió a Bertone
El nombramiento de Parolin ha sido confirmado por el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano y será efectivo a partir del 15 de octubre.

Bertone, de 78 años, había quedado salpicado por el escándalo de las filtraciones de los documentos vaticanos (el llamado Vatileaks), con cartas como la que envió el nuncio en EEUU y ex secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano (Gobierno que gestiona este Estado), Carlo María Viganó, en las que se denunciaba la "corrupción, prevaricación y mala gestión" en la administración vaticana, y en las que también se acusaba a Bertone de mala gestión y de abuso de poder.

Un italiano
Francisco cumple con la tradición de sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI, de que un Papa no italiano nombra a un italiano como Secretario de Estado, y ha apostado por un diplomático con experiencia, pero que también conoce perfectamente cómo funciona la Curia Romana, pues de 2002 a 2009 fue subsecretario de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.