Ya ni le derecha mediática puede ocultarlo mas, la tasa de paro en el mes de marzo llegó al 24,4 por ciento, lo que significa el ritmo más alto de destrucción de empleo desde 2009. Ni en el peor año de Zapatero llegaron a destruirse puestos de trabajo a esa velocidad. La bolsa española es la que más pérdidas registra de todos los países desarrollados y solo desde que el PP llegó al Gobierno ha perdido un 15,8 por ciento de su valor. El remate a los cien días de Gobierno de Rajoy fue la calificación de nuestra deuda a solo dos pasos del bono basura mientras Zapatero conservo las "A".

España tenía que mandar a Bruselas su plan económico para los próximos cuatro años, y aquí no se puede mentir. Ante el pésimo resultado de las medidas del PP, todos sus dirigentes se lanzan a echar la culpa a Zapatero. Nunca ningún Gobierno recibió una herencia como esta. Se olvidan que nunca ningún Gobierno de España se enfrento a una crisis como esta porque su origen, estallido y repercusión son nuevas. Antes las crisis no eran globales y el sistema financiero no era una inmensa tela de araña cubre todo el planeta. Y antes España no estaba en la Unión del Euro.

Solo nos queda Europa
Si la economía española aun no ha sido intervenida es por que el Banco Central Europeo ha comprado y compra deuda española, que ya no interesa a inversores privados que sospechan que el país no podrá pagar el interés del 6 por ciento que se pide ahora. Y si los bancos españoles necesitan financiación publica para terminar de limpiar el ladrillo habrá que pedir ayuda a Europa porque el Gobierno no tiene dinero ni siquiera para rescatar a Bankia.

Y solo nos queda Europa para que con la presión de los socialistas franceses, a la que se ha sumado el conservador primer ministro de Italia, Mario Monti, y el mismísimo presidente del Banco Central Europeo, se ponga en marcha el plan de estímulo para el crecimiento europeo que se anuncia para el Consejo Europeo que se celebrara en junio. Desde Bruselas se ha filtrado que estará dotado con 200.000 millones de euros que se destinarán a infraestructuras, energías verdes y tecnología . Doscientos mil millones a repartir entre 27 países no es mucho, pero menos da una piedra

Y solo nos queda Europa para que se relajen los objetivos de déficit y el 3 por ciento obligado para 2013 se pueda posponer un par de años mas, tal y como piden los socialistas franceses y los españoles.

Causas conocidas
Lo contamos en ELPULRAL.COM hace un mes y ahora es tan evidente que las causas del deterioro de la economía española y de la imagen del Gobierno del PP fuera de España, son indiscutibles.

La primera, retrasar la presentación de los Presupuestos Generales del Estado hasta después de las andaluzas. Nadie pudo entender cómo Rajoy se jugaba el futuro de su país por unas elecciones regionales. La segunda, el anuncio unilateral por parte del Presidente español de que no cumpliría el objetivo de déficit para este año y lo fijó en el 5,8. Para más inri hizo el anuncio en Bruselas, sin hablarlo antes con nadie. Los socios europeos accedieron a dejarlo en el 5,3, pero en Bruselas la soberbia se paga y la consecuencia fue que el BCE dejó de comprar deuda española y la prima de riesgo se disparó.

Y la tercera causa es que cuando el Gobierno se decide a presentar los Presupuestos entrega un documento malo de solemnidad en el que el nivel de ingresos y el de gastos que figuran son increíbles . Tanto que nadie se los creyó, la prima de riesgo llegó a niveles de intervención y el propio Gobierno tuvo que enmendarlos con un recorte de 10.000 millones de euros en Educación y Sanidad.

Las mentiras
Y con todo esto llegaron las mentiras, dijeron que no iban a subir impuestos y subieron el IRPF, dijeron que no iban a subir el IVA y De Guindos ya anunció que se subirá el año que viene. Dijeron que nunca habría copago sanitario y ya lo tenemos encima. Y dijeron que con un Gobierno del PP se crearía empleo y no será así ni este año, ni el que viene, ni el siguiente ni el siguiente. Lo dice el Fondo Monetario Internacional, lo dice Bruselas y el viernes pasado lo dijo el ministro de Economía español, Luis de Guindos.