Máxima presión sobre Puigdemont: 'La Vanguardia' advierte de la posibilidad de muertos
El diario 'La Vanguardia' publica este jueves un contundente editorial en el que reclama a Carles Puigdemont que deponga su actitud de seguir adelante con la DUI y advierte incluso del precio que tendría que pagar Cataluña si prosigue en su deriva de activista del independentismo:
"Desde la óptica del independentismo expeditivo, estos peligros no son tales, sino una consecuencia lógica del proceso. No debe darse –opinan– un paso atrás, porque el logro de la independencia es un fin superior en cuyo altar deben realizarse todo tipo de sacrificios. Incluido el de la convivencia. Y quien sabe si el de algunas vidas. Nuestro punto de vista es, por supuesto, otro. Creemos que Puigdemont ha ido ya muy lejos en su lucha por la independencia, más que ninguno de sus antecesores, así como en su desafío al Estado. Para un activista, la única actitud digna de consideración quizá sea la de seguir adelante, aunque eso suponga asumir graves riesgos. En cambio, para un político conocedor de sus obligaciones con todos los ciudadanos lo prioritario es conservar el bienestar colectivo. En este afán, Puigdemont no estaría solo. Hay mucha gente en su partido, e incluso entre independentistas de otra filiación, que en la actual coyuntura preferiría asistir al triunfo del buen juicio y la prudencia sobre la temeridad. Y no al revés. Estos sectores no valoran la prudencia como una derrota, aunque pueda parecerlo a corto plazo, sino como una victoria potencial a medio y largo plazo. Permitiría conservar un buen margen de maniobra. Contribuiría a la salvaguarda de las instituciones. Y nos acercaría a una solución negociada, la única deseable y merecedora de ese nombre. Puigdemont debe reconocer que no hay dignidad en el suicidio colectivo, y menos cuando lo decide uno y lo sufren todos".
Concluye el editorial advirtiendo de que si "opta por picar espuelas y seguir al galope, se acercará pronto a un horizonte negro". En este sentido, apela a la "responsabilidad histórica" de Puigdemont para evitar el 155, que supondría la supensión de la autonomía catalana, "que goza de libertads sin precedentes".
Si el presidente de la Generalitat opta por picar espuelas y seguir al galope, se acercará pronto a un horizonte negro, bien definido. Lo describíamos en nuestra edición de ayer: antes de una semana, cuando el Senado haya visado el 155, la autonomía catalana –que goza de libertades sin precedentes– será suspendida, se verá despojada de sus competencias, se disolverá el Govern y los ministerios asumirán sus facultades. Así será por un periodo todavía indefinido, hasta que el poder central estime conveniente convocar, a su vez, elecciones. En suma, los catalanes dependemos de Puigdemont, enfrentado hoy a una responsabilidad histórica.