Sonia Martínez se convirtió en uno de los rostros estrellas de RTVE en los años 80 y, una década después, se convertía en el primer rostro mediático que confesaba sus adicciones en un plató de televisión. No obstante, en aquel momento, la periodista ya no era lo fue. Corría el año 1986 cuando la revista Interviú publicó unas imágenes suyas en topless mientras rodaba en Ibiza y, poco después, su figura se esfumaba como por arte de magia en la televisión pública. Martínez fallecía en el año 1994 -cuando estaba a punto de cumplir 31 años- debido a un fallo multiorgánico provocado por el sida, una sepsis y cirrosis hepática. Ahora, 30 años después, TVE decide "rescata del olvido" a la mujer que canceló por ser libre.

"La última noche de Sonia Martínez es una producción original que rescata del olvido a uno de los rostros televisivos más famosos de los años 80. Marcó a toda una generación y modernizó la imagen de los programas infantiles televisivos con espacios como 3, 2, 1... o el mítico Dabadabadá, pero su caída en el infierno de las drogas y su polémico desnudo en la revista Interviú acabaron apartándola de la pantalla, condenándola al olvido", así presenta la Corporación su nueva película documental que estará disponible este mes de diciembre en RTVE Play. 

El documental, dirigido por Angela Gallardo y César Vallejo, "ofrece una mirada cronológica y emocional a los acontecimientos que marcaron la trayectoria" de la periodista, "desde su meteórico ascenso en la televisión hasta su trágica caída". ¿El objetivo de RTVE cuando se van a cumplir 30 años del fallecimiento de Sonia Martínez? "Entender a la mujer más allá de los titulares", asegura el ente público. 

Desde RTVE apuntan a que la producción "es más que un homenaje". No obstante, resulta curioso que quieran "rescatar del olvido" la figura de una profesional a la que se canceló de la pantalla tras publicarse unas imágenes en topless. Unas imágenes que, lejos de ser un posado, fueron captadas mientras rodaba en Ibiza, es decir, mientras estaba trabajando. Martínez solo ejercía su libertad, pero el polémico desnudo le costó su despido en Televisión Española porque aquellas instantáneas no se correspondían con el público infantil. 

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Martínez demandó al ente público y tras llegar el caso incluso al Congreso de los Diputados, RTVE tuvo que readmitirla. La presentadora fue la elegida para sustituir a Alaska en La bola de cristal, pero desde arriba se salieron con la suya y el programa fue cancelado antes de que comenzaran a emitirse las nuevas entregas. En ese momento, la relación entre ambas partes acababa oficialmente. 

Así fue la vida de Sonia Martínez: del ascenso al éxito a la caída más dura

Los inicios profesionales de Sonia Martínez en televisión datan de principios de los años 80, cuando la presentadora se puso al frente de 3, 2, 1… contacto en 1982. Tras la cancelación del formato, sustituyó a la emblemática Mayra Gómez Kemp en DabadabadaAsí, su popularidad iba in crescendo mientras que se consolidaba como un rostro clave de RTVE. 

Paralelamente también inició su camino como actriz, debutando en 1984 en la película Epílogo, de Gonzalo Suárez. Más tarde llegarían otros papeles como el protagonizado en Perras callejeras (1985), de la mano de uno de los grandes del cine quinqui, Antonio de la Loma. Sin embargo, este mismo año comenzaba el que, desgraciadamente, fue el principio de su fin. Su madre fallecía a causa de un cáncer fulminante con tan solo 44 años, lo que hacía que cayese en una depresión. "Comenzó mi derrumbamiento. En ese momento hubiese necesitado un buen psiquiatra. Al día siguiente de la muerte de mi madre, no era capaz de encontrarme a mí misma", escribió ella misma en sus memorias, presentadas en el año 1991.

Un año después, Sonia Martínez regresaba a España y, en ese instante, su vida iba a girar de nuevo. La periodista se encontraba rodando en Ibiza e Interviu publicaba en portada un topless de Sonia. El resto ya lo conocéis. La joven se encontró sin el respaldo de la televisión, hundida en una depresión y con la culpabilidad de que su madre hubiese fallecido en sus brazos. Las compañías tampoco jugaron a su favor y Sonia terminó adentrándose en el mundo de las drogas. 

Fue el primer personaje público en hablar de ello públicamente. "Un alumno del gimnasio me dijo tú métete esto y verás qué bien te sienta y tal. Empecé a meterme coca los fines de semana, luego a diario, y luego dos o tres gramos diarios", contó en El Día por Delante (1990) ante la mirada de Pepe Navarro. No obstante, a esta entrevista le sucederían al meno cinco más entre los años 1990 y 1993, en las que Martínez relató la oscuridad que estaba viviendo y suplicó ayuda. 

Sonia fue diagnosticada de sida y, al poco tiempo, nacería su hija Yaiza -ahora Hugo-, fruto de su última relación, con José Manuel Padilla, Lolo. Ambos lo perdieron todo y vivieron prácticamente en la indigencia; de hecho, ella misma confesó que sus adicciones no cesaron durante el embarazo. Al poco de dar a luz, la pareja se separó y ella fue detenida en posesión de veinte papelinas de heroína, por lo que tuvo que llevar a su hijo a un centro tutelar de menores.

En diciembre de 1993, Sonia concedió su última entrevista en televisión, de nuevo, a Pepe Navarro: "Estoy mal. Este verano parecía que iba la cosa bien, porque me desenganché, pero en septiembre caí otra vez", decía en Vivir, vivir... qué bonito. Ese mismo día confesó que vivía de la prostitución y pronunció algunos titulares que dejaban ver que ella misma veía próximo su final: "Que se olviden, porque la droga desde luego es la muerte. Al principio sí, te gusta mucho, pero con el paso del tiempo pasas dependiendo mucho de ella, eres un esclavo. Y las mujeres se prostituyen, o roban, y acabas ahí, en el solar de los callaítos, como yo digo".

Nueve meses más tarde, Sonia Martínez fallecía el 4 de septiembre de 1994 por un fallo multiorgánico provocado por el sida, una sepsis y cirrosis hepática con tan solo 30 años, en la madrileña Clínica de la La Concepción, donde llevaba ingresada dos meses y medio. 

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