Soraya Arnelas ha hablado sin pelos en la lengua de la situación de toxicidad que envuelve tanto a Eurovisión como al Benidorm Fest en redes sociales. Durante la alfombra naranja instalada en el Benidorm Palace en la presentación de la edición, la extremeña ha atentido a los medios de comunicación hablando alto y claro de la salud del festival en redes sociales.

"En mi año el tema de redes sociales era mucho más limitado. Ten en cuenta que en aquel momento no había Twitter ni nada. Había Facebook y apenas lo utilizábamos", aseguraba la de La noche es para mí sobre su participación en 2009.

"Creo que debemos transformar la manera en la que hablamos del festival. No creo que haya un odio como se ve. Hay una adenalina desmesurada porque este evento se realiza una vez al año. Hay tanto fervor y tanta pasión que perdemos los papeles", explicaba alegando que "los cuatro locos siguen igual todo el año, haya o no Eurovisión". "El hate que vivió el año pasado Chanel se vive constantemente en redes sociales", aseguraba.

"Este hate no tiene nada que ver con las redes sociales, tiene que ver con el hate de una persona en concreto", indicaba. "Tenemos que empezar a limpiar el concepto por el bien de Eurovisión. Yo animé a Agoney y fui una de las personas que le dio uno de los últimos empujones", desvelaba contando una conversación con el de Quiero arder en un avión volviendo de Canarias. "La carrera de uno no termina con quedar mal en Eurovisión, soy una de las artistas más contratadas en España con más de 40 conciertos al año", indicaba a los medios de comunicación.

Puerta cerrada a repetir

"No. Esa puerta está cerrada", afirmaba explicando que le parece bien que Alfred García quiera quitarse la espina este 2023 tras participar en 2018 con Amaia. "Cumplí mis espectativas, he participado, lo he vivido a tope. No quedé como quise pero, como dice mi último single, segundas partes no", bromeaba.