César Bravo regresa 30 años después a su tierra en busca de justicia contra el hombre que destruyó a su familia, sin imaginar que se enamorará de la hija de su enemigo. Esta es la premisa de la que parte La Encrucijada, serie ya disponible en Atresplayer y que se emite en el prime time de Antena 3 los jueves. Rodrigo Guirao y Ástrid Janer encarnan a César y Amanda, dos jóvenes que, a lo Romeo y Julieta, tendrán que luchar contra sus familias, contra lo establecido; en definitiva, contra las fuerzas que los separan si quieren estar juntos.
Pregunta: ¿Cómo surgió la química entre vosotros? ¿Os conocisteis desde los castings?
Rodrigo: No, la verdad que hicimos los castings individualmente y nos conocimos cuando vine a España y nos sentamos con la directora y los productores. Se hizo mucho trabajo previo, dedicamos algo más de una semana a la lectura de guion todos los días, a construir los personajes. Así comenzamos el rodaje teniéndolo todo claro.
(P): ¿Qué tiene de diferente esta serie a otros dramas románticos?
Ástrid: A mí lo que me interesa es que hay mucha emoción, mucho amor, pero también una parte intelectual. Hay una historia que el personaje de Amanda está tratando de descubrir, hay un proceso de deconstrucción, de quién es ella ya que su personaje empieza de una forma y las cosas que ocurre hacen que el personaje evolucione. Esto es muy humano y hace que el personaje sea humano y complejo.
(R): Desde el principio, cuando leí el guion, me pregunté como iban a grabar esto. Y según sigo leyendo me encuentro con un personaje misterioso, con un poder de seducción, inteligencia y sarcasmo. Dije: qué cool interpretar esto. Sabía que si lograba interpretarlo bien, era un personaje que podía ser muy seductor también para el público. Además, era un personaje muy distinto a lo que venía haciendo, me parece que tiene todos los ingredientes.
(P): César y Amanda pertenecen a dos familias enfrentadas. ¿Tienes La encrucijada algo de Romeo y Julieta a lo moderno?
(A): Creo que es muy potente el ejemplo, más que nada porque de lo que se habla es de dos fuerzas enfrentadas que tiran para lados opuestos. Pero, más allá de eso, no solo hay un amor romántico, sino también familiar. Los personajes están en un viaje personal, de cambio, van a ser personas distintas. Entonces no sé si lo compararía con nada más.
(R): César también se podría decir David contra Goliat. Ese personaje que viene de otro país y se trae a parte de su familia, de su séquito, para que se haga justicia con el poderoso de la isla. Va contra el poder. Las historias están muy bien escritas, es otro tipo de amor al de Romeo y Julieta, más maduro y con muchas contradicciones.
(P): En lo que respecta al amor romántico entre vuestros personajes, ¿cómo se ha cuidado? Últimamente se habla mucho de la importancia de no romantizar ciertos comportamientos tóxicos en la ficción, de dar un buen ejemplo a través de las tramas.
(A): Creo que los personajes son humanos y se equivocan. Es un amor complejo, creo que hacen muchas cosas bien y no creo que se banalice, sino que se cuenta una historia real de amor entre dos personas que lo están haciendo lo mejor que pueden. No es perfecto, no es un ejemplo para el mundo, pero en la vulnerabilidad y la entrega que se tienen sí que hay algo muy sincero y bonito sobre el amor.
(P): ¿Diríais que La Encrucijada bebe del género de la telenovela?
(R): Yo creo que tiene una calidad de imagen espectacular. Las telenovelas están buenísimas y bien hechas, pero aquí se da el lujo de grabar en lugares espectaculares, como Tenerife, con directores de fotografía de series y cine, con actores que hacen teatro y cine, etc. Tuvimos mucho tiempo para grabar, se grabaron pocas escenas por día, teníamos tiempo de discutir la preparación de cada departamento para cada capítulo. Es decir, se hizo con los tiempos de una serie aunque sean más capítulos que una serie. Para mí, a nivel actoral y de calidad de imagen es una serie.
(A): A mí me parece muy interesante que, tal y como los actores han abordado el papel, crear un personaje complejo con sus oscuridades. Se busca algo real y creo que eso es la mejor parte de la serie. A pesar de que hay acción y pasan muchas cosas, todo está abordado desde un lugar real.