Risto Mejide ha sido otro de los muchos presentadores en dictar sentencia sobre Eurovisión 2025. En pleno directo, el presentador de Todo es mentira ha puesto el dedo en la llaga para señalar un detalle de suma importancia: el papel económico de España en un Festival muy poco agradecido con nuestras candidaturas. Como era de esperar, el debate tras el fiasco de Melody se ha inaugurado este lunes, 19 de mayo, en todas las cadenas de televisión.
Escasos días después de que Esa Diva quedase en el puesto 24, la presencia de España en el Festival de festivales vuelve a quedar en entredicho. Mejide, recogiendo el clamor popular y el jaleo político, ha comenzado las emisiones de Todo es mentira asegurando que "no hay lunes tranquilo". Lo cierto es que razón no le faltaba, teniendo en cuenta que incluso Pedro Sánchez se había pronunciado respecto a la participación de Israel horas antes.
La geopolítica llegó a Eurovisión para quedarse, alineándose con el planteamiento de Todo es mentira: "No puede ser que sigamos pensando que es un concurso musical", y lo ocurrido este 2025 lo pone de manifiesto. Lejos de que las canciones ostentasen todo el protagonismo, los conflictos que atraviesan distintos países polarizaron una de las clasificaciones más injustas de los últimos tiempos.
Risto Mejide cuestiona si España debe seguir aportando dinero a cambio de malas posiciones
Con la polémica de Israel y el mal puesto en el que Melody se clasificó, lo cierto es que un detalle clave ha pasado desapercibido por completo: la participación de España en Eurovisión. Nuestro país es miembro del conocido como Big Five, los cinco grandes países gracias a los que —en gran medida— este Festival es viable económicamente hablando. Aquí es donde Risto Mejide ha centrado su comentario.
"Otra cosa es si deberíamos dejar de aportar a una fiesta de la que no nos llevamos nunca nada", ha sentenciado Mejide en directo. La existencia de este 'selecto club' siempre fue objeto de críticas por parte de otros contrincantes, sin embargo, sus aportaciones económicas son vitales para celebrar un Eurovisión a la altura de las expectativas. Pero, ¿debería entonces España seguir aportando a cambio de los continuos portazos de Europa?
Un palmarés copado de 'portazos' europeos
El palmarés de España en Eurovisión es completamente dramático, sobre todo si nos centramos en la última década. Prácticamente ninguna de nuestras candidaturas ha sido del agrado de nuestros contrincantes, ni tan siquiera logrando un apoyo significativo de los países que nos rodean:
- 2015 (Edurne, Amanecer): puesto 21 y 15 puntos
- 2016 (Barei, Say Yay!): puesto 22 y 77 puntos
- 2017 (Manel Navarro, Do it for your lover): puesto 26 y 5 puntos
- 2018 (Amaia y Alfred, Tu canción): puesto 23 y 61 puntos
- 2019 (Miki Núñez, La Venda): puesto 22 y 54 puntos
- 2020 (no se celebró por la pandemia)
- 2021 (Blas Cantó, Voy a quedarme): puesto 24 y 6 puntos
- 2022 (Chanel, SloMo): puesto 3 y 459 puntos
- 2023 (Blanca Paloma, Eaea): puesto 17 y 100 puntos
- 2024 (Nebulossa, Zorra): puesto 22 y 30 puntos
- 2025 (Melody, Esa Diva): puesto 24 y 37 puntos
En un total de diez años, la candidatura española solo ha conseguido una gran posición: el tercer puesto de Chanel Terrero con SloMo. No obstante, aquella edición celebrada en 2022 dejó a Televisión Española (TVE) sin triunfo debido al respaldo masivo de Europa a Ucrania en el mismo año en el que comenzó la ofensiva rusa. Por lo tanto, como ha citado Risto Mejide en Todo es mentira, ¿deberíamos seguir aportando económicamente a cambio de posiciones tan poco reoconocidas?