El reportero del programa Buenos días, Madrid de Telemadrid, José Antonio Masegosa, ha tenido que hacer frente a momentos de gran tensión durante una conexión en directo este miércoles. Un individuo con el rostro oculto por una capucha se ha acercado al periodista para amenazarle y agredirle al estar informando de un narcopiso en la calle Cullera de Madrid.

El programa se ha hecho eco de una denuncia vecinal en Aluche que se queja de que un clan ha vuelto a instalarse en narcopisos en el barrio irrumpiendo con la tranquilidad de la zona. Cuando daban paso desde el pató al reportero que se encontraba en el lugar ya se podía ver como el agresor trataba de impedir que la cámara grabase.

Amenazas y agresiones a los periodistas

"Quita la cámara te estoy diciendo, ¿vale?", decía el individuo increpando a los periodistas, mientras trataba de bajar la cámara con sus manos. "Tranquilo. Cuidado, a ver si vamos a tener que llamar a la Policía. Este barrio no es tuyo, déjanos trabajar, la cámara no la vamos a quitar", contestaba Masegosa.

Con contundencia el reportero se enfrentó al agresor: "Que te quede clara una cosa: uno, este barrio no es tuyo. Dos, estamos aquí porque somos unos ciudadadanos libres y podemos hacer lo que nos de la gana". "Aquí hay niños pequeños y no vais a grabar", justificaba el hombre, que fue replicado de nuevo por el comunicador: "Los niños están en el colegio. Dudo mucho que tú estés defendiendo a los niños pequeños".

El individuo se alejaba entonces amenazando con pinchar las ruedas del coche del equipo de la cadena regional. Mientras el reportero continuaba con la conexión, al fondo de la imagen aparecía como el hombre se volvía a girar para amenazarles dirigiéndose de nuevo hacia el objetivo con un objeto del suelo.

"Vamos a alejarnos", advertía Masegosa al operador de cámara, hasta que finalmente les arrojó un objeto que parecía ser una piedra pero era un trozo grande de madera. "No puede ser que esta gente se haga dueña de la calle y tenga atemorizada a los vecinos", expresaba Masegosa.

Poco después, un coche patrulla de la policía acudió a la zona del incidente, pero el agresor ya se había marchado.

La denuncia de los vecinos

Según el programa, los vecinos aseguran que el tráfico de drogras y el trasiego constante de toxicómanos ha regresado a su barrio, lo que implica también robos y suciedad. Denuncian inseguridad, amenazas de muerte e incluso un incendio que se ha registrado esta misma semana en el portal del edificio donde aseguran que se aloja un narcopiso. Las llamas se pudieron detener a tiempo, pero tienen miedo de que ocurra un incidente con consecuencias más graves.

Relatan que hay dos "machacas" día y noche en el portal, que se encargan de vigilar quien sale y entra del edificio. Ninguno de los vecinos quiere aparecer en televisión, ni siquiera de espaldas, por el temor que tienen a los implicados. Afirman quie ni la empresa de reparación de ascensores se atreven a acceder al edificio y creen que en el número 14 de la calle Cullera hay también un piso okupado.

Redada en 2020

En 2020 una macrorredada policial terminó con la detención de 22 personas y 10 narcopisos desarticulados, vinculados al clan de los Jiménez. Entonces supuso la caída del mayor punto de venta de heroína de la Comunidad de Madrid, conectado con la Cañada Real.

Ahora, los vecinos dicen que la situación es igual a entonces, o incluso peor. Viven atemorizados y no se atreven a hablar a cámara por las posibles represalias, allí impera la ley del silencio. En muchos bloques se han instalado vallas metálicas en los bajos para impedir que los drogadictos puedan entrar.

Detenido en Madrid con siete kilos de hachís ocultos en su moto

La Policía Nacional detuvo el pasado día 20 de mayo en el distritomadrileño de Usera a un hombre tras encontrar siete kilos de hachís guardados en la motocicleta con la que circulaba. El conductor fue parado por los agentes, que se encontraban patruyando la zona, por tener una placa de matrícula sospechosa, según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Tras darle el alto los agentes procedieron a la inspección del vehículo y encontraron en el interior del cofre del asiento de la moto varios paquetes sellados al vacío que contenían más de siete kilos de hachís, por ello el motorista se enfrenta a un delito contra la salud pública.