Alberto Núñez Feijóo ha movido ficha en un momento clave para el Partido Popular. A menos de dos meses del congreso nacional que debe reafirmar su liderazgo, el presidente del PP ha elegido a Alfonso Serrano, actual secretario general de los populares madrileños, como presidente de la Comisión Organizadora del XXI Congreso del partido. El nombramiento, que sitúa a uno de los hombres más cercanos a Isabel Díaz Ayuso en el centro de los preparativos del cónclave, se interpreta como un gesto inequívoco hacia la presidenta madrileña y hacia el poderoso aparato del PP de Madrid, que desde hace meses exige más peso en la toma de decisiones nacionales.
El congreso se celebrará en Madrid los días 5 y 6 de julio, en un contexto de tensión interna y posicionamientos estratégicos de cara a un ciclo electoral incierto. La elección de Serrano, más allá de su perfil técnico y organizativo, tiene una clara carga simbólica. El dirigente madrileño es, desde hace años, uno de los principales escuderos políticos de Ayuso. Fue su jefe de campaña en las elecciones autonómicas de 2021 y 2023, y artífice de las estrategias comunicativas que llevaron a la presidenta a consolidar su liderazgo con mayoría absoluta. Su ascenso dentro del partido se ha producido en paralelo al de Ayuso, en una simbiosis política que ha contribuido a hacer del PP madrileño un actor autónomo, con capacidad de presión propia dentro de la estructura nacional.
El secretario de @ppmadrid @SerranoAlfonso es la persona que más congresos ha organizado y quien mejor lo hará en el próximo nacional.
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) May 15, 2025
Felicidades por su talla política y nuestro agradecimiento al presidente @NunezFeijoo por confiar en alguien tan competente. pic.twitter.com/Ua9GZK9l0H
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Pero el perfil de Alfonso Serrano no está exento de controversias. Su nombre ya resonó con fuerza en la esfera política y mediática por una reunión mantenida con Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, apenas unas horas después de que este presentara una querella contra la Fiscalía General del Estado por revelación de secretos. El encuentro, captado por fotógrafos en una cafetería del aeropuerto de Barajas, mostró a Serrano y a González Amador conversando con varios documentos sobre la mesa, mientras los medios especulaban sobre el contenido de esa reunión y su posible vinculación con la estrategia de defensa del empresario, investigado por fraude fiscal, entre otros delitos.
El propio Serrano trató de quitar hierro al asunto al calificar el encuentro como una "coincidencia". Sin embargo, el PSOE y otros partidos de la oposición no tardaron en exigir explicaciones públicas. ¿Qué hacía el número dos del PP madrileño reunido con la pareja de la presidenta pocas horas después de que este anunciara acciones legales contra la Fiscalía? ¿Qué tipo de coordinación política o jurídica se discutía en ese contexto? Desde el entorno de Ayuso se ha tratado de presentar la reunión como algo fortuito, pero la secuencia de los hechos ha alimentado las sospechas de que existe una estrategia común para blindar a la presidenta y a su entorno más próximo frente a las investigaciones judiciales.
No es la primera vez que Serrano se ve envuelto en polémicas políticas. A lo largo de su carrera, ha sido señalado por su tono agresivo en el Parlamento autonómico, donde ha protagonizado enfrentamientos verbales con miembros de la oposición. En 2020, durante la pandemia, fue uno de los portavoces más duros contra el Gobierno central, al que acusó de utilizar la crisis sanitaria con fines partidistas. También se le ha criticado por su papel en la campaña contra Pablo Casado en los días previos a la caída del expresidente del PP, cuando el entorno de Ayuso impulsó una ofensiva para forzar su salida tras el estallido del llamado “caso espionaje”.
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Su cercanía personal con Ayuso y, según diversas fuentes, también con su entorno más íntimo, lo han convertido en una figura clave en el engranaje político madrileño. En ese contexto se enmarca su nuevo papel como "maestro de ceremonias" del Congreso Nacional del PP. Aunque oficialmente se trata de una función técnica y organizativa, su designación ha sido leída por muchos dirigentes territoriales como una señal de que Feijóo busca reforzar la alianza con el ayusismo, especialmente tras las últimas fricciones entre ambos sectores por la posición del partido en cuestiones como la amnistía, la política fiscal o la estrategia de oposición al Gobierno de Pedro Sánchez.
Con Serrano al frente de la comisión organizadora, el congreso del PP se perfila como una cita donde el sector madrileño tendrá una visibilidad reforzada. El propio Feijóo ha reiterado su intención de lograr un “congreso de unidad”, pero la elección del dirigente madrileño puede tensar a otros barones territoriales que han mostrado sus reservas frente al estilo de Ayuso. El riesgo para el líder nacional del PP es que este movimiento, pensado para calmar a Madrid, acabe siendo percibido como una claudicación frente a una dirigente autonómica cada vez más poderosa y con aspiraciones crecientes.