Este fascinante pueblo de Segovia despierta cada día al ritmo sereno del río Duratón, cuyas aguas han esculpido durante siglos un impresionante cañón de 27 kilómetros, ofreciendo no solo refugio a especies únicas, sino también un remanso de espiritualidad y leyenda.

Nos adentramos en Sepúlveda, considerado uno de los destinos más impresionantes en Castilla y León, no solo se rodea de naturaleza, sino que caminar por sus calles empedradas es recorrer siglos de historia viva, con iglesias románicas, casas señoriales y murallas que aún susurran los ecos de un pasado valiente y milenario.

Huellas de un pasado milenario en el corazón de Segovia

La historia de Sepúlveda se remonta a la Edad de Hierro, cuando se encontraba habitado por un poblado celtíbero o por los arévacos, conocidos por su espiritu valiente y guerrero. Con la llegada de los romanos, la zona vivió una etapa de gran actividad, como demuestran los restos arqueológicos encontrados en Duratón, que revelan la existencia de un municipio dinámico y bien conectado con otras partes del Imperio.

Más tarde, en la época visigoda, también en Duratón, se desarrolló una gran necrópolis con más de 600 tumbas, reflejo de las influencias germánicas que marcaron ese periodo. La primera vez que Sepúlveda aparece mencionada por escrito es en la Crónica de Alfonso III, donde se cuenta que fue arrasada durante las exploraciones del rey Alfonso I. Sin embargo, la zona continuó ocupada por una población rural, un hecho fundamental para su posterior repoblación.

Tan solo en la Edad Media, Sepúlveda ya empezó a forjar la identidad que conserva en la actualidad. De este modo y con siglos de historia a sus espaldas, este municipio es un verdadero testigo del paso del tiempo.

Parque Natural de las Hoces del Duratón: naturaleza, leyenda y espiritualidad 

A muy pocos kilómetros de Sepúlveda se encuentra el Parque Natural de las Hoces del río Duratón, uno de los rincones más impresionantes de Castilla y León. Declarado parque natural en 1989, este paisaje único combina naturaleza salvaje, historia antigua y una increíble espiritualidad, convirtiéndose en un destino imprescindible para quienes buscan desconectar o explorar.

El río Duratón ha tallado a lo largo de 27 kilómetros un profundo cañón en la roca caliza, con paredes que en algunos tramos superan los 100 metros de altura. Entre sus impresionantes acantilados se ubica la mayor colonia de buitres leonados de Europa, con más de 700 parejas reproductoras. Además, entre su parque sobravuelan peregrinos y águilas reales, llegando a formar parte de la Red Natura 2000 y declarado como Zona de Especial Protección para las Aves.

Parque Natural Hoces del Río Duratón
Parque Natural Hoces del Río Duratón

El parque se divide en tres paisajes bien diferenciados: el páramo alto, cubierto de sabinas y enebros; el fondo del cañón, con un frondoso bosque de ribera; y los cortados rocosos, hogar de especies que han aprendido a sobrevivir en condiciones extremas.

Sin embargo, este fascinante destino contiene también increíbles joyas arquitectónicas. La presencia humana ha dejado una huella profunda y fascinante que se demuestra con la ermita de San Frutos, patrón de Segovia, un templo románico del siglo XII levantado sobre otro visigodo. Para llegar hay que cruzar una grieta conocida como “La Cuchillada”, que según cuenta la leyenda, abrió el santo con su bastón para frenar a los sarracenos.

En el fondo del cañón, accesible solo por el agua, descansan las ruinas del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz, fundado en 1231 por franciscanos y visitado por reyes como Isabel la Católica o Felipe II. Aún se conservan su iglesia y parte de la antigua hospedería.

Finlamente, otro ricón lleno de misterio es la Cueva de los Siete Altares, considerada la iglesia más antigua de Segovia. Excavada en la roca en el siglo VII, guarda altares visigodos adornados con arcos de herradura y figuras geométricas, y evoca los orígenes del cristianismo en la región.

Entre murallas, templos y casas con escudo

Esta joya medieval en el corazón de Segovia, conserva un valioso patrimonio que combina historia, arte y leyenda. Su castillo, situado junto a la Plaza Mayor, destaca por sus torreones del siglo XVIII, en donde se lanza el tradicional Chupinazo de las Fiestas de Toros desde el balcón. Las murallas que un día protegieron la villa aún pueden recorrerse en tramos como Trascastillo, Postiguillo o la Puerta del Ecce Homo. También susbsisten los restos de otras entradas históricas, como la Puerta de la Fuerza, de donde parte una antigua calzada romana, o la Puerta del Río, junto al nicho de la Virgen de las Pucherillas, en el barrio de San Esteban.

Entre sus monumentos religiosos destaca la iglesia del Salvador, una construcción románica del año 1093 con una nave única y una torre separada unida por un pasadizo. También la iglesia de los Santos Justo y Pastor, actual Museo de los Fueros, cuenta con una gran relevancia histórica por su magnitud y estratégica ubicación. Con tres naves, algo poco común en el románico rural, fue uno de los templos más ambiciosos de Segovia.

Iglesia del Salvador, en Sepúlveda
Iglesia del Salvador, en Sepúlveda

Otra parada imprescindible es la iglesia de Nuestra Señora de la Peña, que guarda la talla románica de la Virgen homónima, patrona de la villa. Su ábside y bóvedas muestran un estilo similar al de El Salvador, aunque con un pórtico posterior renacentista. Por su parte, la iglesia de San Bartolomé combina su estructura románica con una escalinata presidida por un hermoso crucero renacentista, y la iglesia de Santiago, única por su ábside mozárabe, conserva además una cripta con tumbas antropomorfas del siglo X, y alberga a día de hoy la Casa del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón.

El paseo por la villa revela también un conjunto de casas señoriales, como la Casa de los Proaños o la Casa de las Conchas con su fachada adornada de escudos. Más adelante se encuentra la Casa solariega de los González de Sepúlveda, cuya parte posterior forma el castillo, y la Casa del Conde de Sepúlveda, con un original balcón-retablo. Finalmente, los arcos apuntados que se conservan indican la posible entrada al antiguo barrio judío, mientras que el barrio de San Esteban, también llamado Morería, mantiene restos de casonas con portadas románicas y escudos.

El patrimonio histórico de Sepúlveda, en Segovia
El patrimonio histórico de Sepúlveda, en Segovia

Las fiestas de Sepúlveda: tradición viva entre fe y alegría popular

En Sepúlveda, las festividades no son solo extraordinarias fechas en el calendario, sino que logran convertirse en el reflejo de siglos de historia, espiritualidad y convivencia. Cada celebración se vive intensamente, desde la Misa de Minerva, que cada tercer domingo del mes transforma la iglesia de El Salvador en un rincón de recogimiento medieval, hasta la esperada y emotiva Semana Santa, con procesiones, silencio y devoción que envuelven sus calles empedradas. El verano llega cargado de color con la Fiesta de los Fueros, que convierte la villa en un mercado medieval lleno de antorchas, teatro y fuego. Le siguen otras celebridades destacadas en la villa como Los Santos Justo y Pastor, pensadas para los más pequeños, o la Virgen de las Pucherillas, noche de salves, música y limonada. Finalmente, las Fiestas de los Toros, con encierros, peñas y tradición taurina, son uno de los sucesos más aclamados por el pueblo. 

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