La justicia ha prohibido a Mediaset difundir determinadas imágenes de Daniel Sancho sin consentimiento previo. La Fiscalía ha fallado a favor del veto al grupo de comunicación para que no comparta ciertas imágenes del hijo de Rodolfo Sancho, preso en Tailandia a la espera de juicio, sin haber recibido una autorización expresa previa para ello. En esencia, lo que evitará esta sentencia no es la emisión de imágenes de Daniel Sancho en general, sino la emisión de algunas de ellas, determinadas que la familia no consienta que sean retransmitidas.

Esta prohibición se debe a que la familia de Daniel Sancho decidió tomar acciones legales contra el grupo comunicativo debido a la "constante divulgación en medios de comunicación de informaciones pertenecientes a la estricta intimidad". La solicitud de la familia dejaba patentes dos puntos clave: en primer lugar, la no emisión de imágenes de su vida privada sin consentimiento ni ningún comentario ofensivo, y en segundo lugar, imágenes del acusado dentro de la cárcel o cualquier tipo de publicación de sus redes sociales.

Una petición que ha sido escuchada por la Fiscalía, y ha decretado la prohibición a Mediaset de la difusión de este tipo de imágenes sin el consentimiento previo de la familia. Sin embargo, huelga decir que hay ciertas peticiones que no han sido aceptadas por la justicia. En concreto, la referida a la vida privada de Daniel Sancho ha sido desestimada.

"Son imágenes totalmente ajenas al proceso judicial", explicó el fiscal del caso. A su vez, la primera petición ha sido definida por la justicia como "genérica", al no especificar qué es lo que se entiende como "comentario ofensivo" o como "vida privada". El abogado de Sancho, Mario Bonacho, se ha mostrado crítico con esta resolución.

Descontento con la respuesta de la justicia

El abogado Mario Bonacho ha apuntado que lo que se le pide a Mediaset es que no hable de la vida privada de su representado, no evitar que se hable del proceso penal como tal. En el mismo sentido, se ha opuesto a las medidas cautelares, argumentando que "no se cumplen los requisitos y no garantiza que se cumpla una posible futura sentencia condenatoria".

Por su parte, la familia y el abogado inciden en que el grupo comunicativo ha difundido durante los últimos meses expresiones e imágenes injuriosas de Daniel que han tenido "un impacto directo en el ámbito internacional y se saben en Tailandia". Defienden que el daño que dichas declaraciones e imágenes han causado sobre su persona están influyendo en los procedimientos judiciales, en tanto que se está presentando "sin garantías procesales y sin derecho a una defensa digna".

La fecha del juicio a Daniel Sancho

La pasada semana, Daniel Sancho acudió ante la justicia el lunes pasado para declararse no culpable del asesinato de Edwin Arrieta. Desde que el crimen tuvo lugar en agosto, los medios de comunicación se han hecho eco de todos los avances del caso. Por ello fue que la familia solicitó estas medidas judiciales, para que Mediaset, el grupo comunicativo que más hincapié ha hecho en esta cuestión y con más alcance en la difusión de estos contenidos, dejase de emitir de forma continuada imágenes del acusado. Uno de los últimos datos que se han conocido del caso es que ya hay fecha para el juicio ante la justicia tailandesa.

La vista se celebrará del 9 de abril al 3 de mayo de 2024, y se espera la participación de al menos 57 testigos entre todas las partes. Por parte de La Fiscalía, se presentarán 28 testigos, mientras que los abogados que representan a la familia de Arrieta han llamado a declarar a dos, incluidos los padres de la víctima, que cuentan como un único testificador.

La defensa, por su parte, acudirá con al menos 27 testigos, aunque es posible que se añada alguno más antes de celebrar el juicio. Se celebrará en la isla de Samui, mismo lugar en el que Sancho se encuentra preso desde el 7 de agosto. El español, de 29 años, fue detenido dos días antes en la vecina isla de Phangan, después de confesar el asesinato a la Policía tailandesa. Recordar que Tailandia contempla la pena de muerte para los casos de asesinato premeditado, que es el delito del que está acusado el español. Sin embargo, suele sustituirse por la cadena perpetua si existe confesión y cooperación.