La Guardia Civil ha destapado un nuevo fraude alimentario en la comercialización de diferentes productos ibéricos en una operación conjunta con los veterinarios del Servicio Extremeño de Salud (SES). En la operación, en la que se encuentran implicadas hasta siete empresas de Badajoz, Salamanca, Madrid y Murcia, se han retirado 29.000 piezas de cerdo valoradas en más de un millón de euros, entre las que se encontraban más de 19.600 paletas y jamones.

Como consecuencia, se han detenido a diez personas como presuntos autores de los delitos de estafa, falsedad documental, contra la salud pública y los consumidores al presuntamente comercialidas de manera fraudulenta productos cárnicos curados.

La investigación comenzó tras una inspección a un establecimiento de Zafra que realizaron agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Hornachos (Badajoz), junto a los veterinarios del Área de Salud de Llerena-Zafra.

En la mencionada inspección se detectaron numerosas anomalías en productos cárnicos, donde se pudieron detectar graves deficiencias en la trazabilidad que impedía acreditar su origen legal. Además, se encontraba almacenado junto a restos animales que no estaban destinados al consumo humano.

Por ello, al tener una trazabilidad confusa, carentes de etiquetas y registros sanitarios, con precintos de normativa de ibérico violentados o colocados de forma irregular, se retiraron del mercado.

En esta operación se han paralizado para su venta 29.000 piezas de comida, de las que más de 19.600 son jamones y que serán destruidas al considerarlas un riesgo para la salud de los consumidores al no tener garantías sanitarias.