Continúan los cambios en La familia de la tele. El espacio vespertino de Televisión Española (TVE) lleva varios días incluyendo algunas variaciones en su plan inicial para acercarse a su público más fiel. Durante la tarde del jueves, 22 de mayo, la intención ha sido transformar el ambiente para transmitir mayor calidez a través de la pequeña pantalla.

La disposición de los colaboradores en plató es fundamental para estructurar los contenidos y dar sensación de orden. Y con un decorado tan impactante como la que se creó en el Estudio 5 de Prado del Rey (Madrid), el equipo de La familia de la tele ha decidido rodear a los colaboradores para transmitir calor humano: ahora los colaboradores aparecen con el público detrás.

Cambio en la disposición de plató

El cambio escenográfico puede parecer mínimo —los sofás se han desplazado y ahora el público se sitúa al fondo del plano—, pero su efecto en pantalla es inmediato: humaniza el espacio. En lugar de un plató cerrado y autónomo, el programa se abre y conecta visualmente con quienes lo acompañan en directo.

Este tipo de disposición recuerda al estilo de otros formatos como El Diario en sus orígenes, donde el público no solo ríe, aplaude o reacciona, sino que forma parte activa de la atmósfera emocional del programa. En televisión, ver personas reales detrás de los protagonistas reduce la sensación de artificio y distancia, creando una energía mucho más positiva que también alcanza al espectador desde casa.

María Patiño, presentadora de 'La familia de la tele'. RTVE
El público de La familia de la tele, ahora protagonista
 
El equipo técnico de 'La familia de la tele'. RTVE
El equipo técnico de 'La familia de la tele', ahora delante de las pantallas
 

Además, este nuevo planteamiento escénico puede responder a una pretensión: romper la cuarta pared sin forzar la interacción directa, haciendo que todo el entorno parezca más acogedor y auténtico, en línea con el tono cercano y familiar que busca La familia de la tele.

Un nuevo set llamado 'conexión taburete'

Al margen de este movimiento de sofás, el espacio que TVE produce en colaboración con La Osa ha vuelto a poner en marcha esa 'Conexión Taburete'. La intención de esta novedad escénica pasa por reservar un espacio del plató a una persona en concreto —ya sea colaborador o invitado— para aborde en solitario un tema específico.. Este jueves, Nuria Marín ha sido la protagonista para abordar asuntos relacionados con Íñigo Onieva.

Esta decisión marca un cambio de ritmo dentro del propio programa, generando un paréntesis para focalizar la atención de la audiencia. Visualmente, el uso del taburete, con una puesta en escena más sobria, invita a escuchar sin distracciones. No hay mesa, ni sofá compartido, ni aplausos de fondo: solo la persona, su voz y su historia. Este recurso transmite un ritmo más pausado, en contraposición con el tono general del formato, más distendido y plural.

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