La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, inauguraba este jueves la nueva estación de Metro de Gran Vía que volvería a abrir este vieres tras más de 1.000 días cerrada por unas obras que deberían haber terminado en abril de 2019. Tras más de 11 millones de euros de inversión, la estación no ha arrancado con buen pie.

Tras conocerse que la estación no es 100% accesible a pesar de que la obra lleva proyectada desde hace 9 años, una cascada de averías en los equipos completamente nuevos han protagonizado sus primeros días.

El mismo día de la apertura al público, el viernes 16 de julio, una de las escaleras mecánicas de la estación se paraba para sorpresa de los viajeros ya que no hacía ni 12 horas desde que se inciara el servicio.

Esa misma mañana, uno de los modernos tornos que ocupan la estación 4.0 también sufría una avería y tenía que ser reparada por los técnicos de Metro de Madrid. 

Un templete sin ascensor

Sin embargo, el buque insignia de la estación es la reconstrucción del templete de Antonio Palacios que ha sido instalado en el cruce de la calle Montera con Gran Vía. A pesar de la espectacularidad del nuevo monumento de Madrid, es inútil ya que su ascensor no funciona.

Así lo ha compartido un usuario de Metro con la cuenta de Twitter de la empresa pública madrileña, que acostumbra a ser un servicio de atención al cliente para el viajero.

"Buenas tardes, estamos analizando los motivos de la parada y trataremos de ponerlo en funcionamiento lo antes posible", se limitaba a informar Metro sobre la avería que puede ver cualquier persona que pase junto al ascensor tanto dentro como fuera de la estación.