Carles Francino regresaba este lunes a 'La Ventana', el espacio de Cadena SER' tras haber estado ausente durante semanas por haberse contagiado de coronavirus y haber ingresado en un hospital. Su relato ha conmovido a todos sus oyentes y a los usuarios de las redes.

“Este puñetero virus no atiende ni a deporte, ni a razones ni a nada. A los cinco días de dar positivo tuve que ingresar de urgencia en la Fundación Jiménez Díaz con fiebre muy alta, el ánimo bastante bajito y el oxígeno muy bajo también. Las pasé canutas en algún momento, sobre todo en 48 horas”, explicaba. 

Además, el periodista también reaccionó a las polémicas fiestas tras el fin del estado de alarma: “¿Es posible que nos hayamos olvidado de los sanitarios? Todos los homenajes se quedan cortos, pero cómo no van a cabrearse viendo lo que pasó este fin de semana".

El emotivo encuentro con Paulo Coelho

Durante su discurso, Francino mencionó al célebre escritor brasileño Paulo Coelho, quien ha internevenido este martes en 'La Ventana' a modo de respuesta. "A ver si además del covid me habrá picado el virus de Paulo Coelho", finalizaba este lunes.

"Un placer escucharle, me conmovió muchísimo", empezaba afirmando el escritor. Francino le preguntaba a continuación por qué le cuesta tanto a la gente hablar sobre sus emociones: "Yo ayer lo pasé mal", reconoce. "¿Quién soy yo para explicar? La sensación que tengo es que muchas veces ocultamos las cosas que sentimos porque tenemos miedo de que la gente se va a reir", confesaba.

"Creo que usted ayer es que llevaba una "t-shirt" (camiseta) que ponía 'La Hostia'", apuntaba Coelho con gracia. "El día de volver aquí era la hostia, nunca hay que renunciar a la alegría", respondía Francino.

Acto seguido, el periodista recordaba que, cuando él tuvo que dejar la radio por recomendación sanitaria ante su contagio, el escritor estaba recibiendo su vacuna contra el virus: "¡El mismo día!, esto es el destino conspirando", añadía irónicamente Francino. "Mi mujer y yo estamos vacunados pero hemos perdido tres amigos en un año, no es fácil. Es algo que el Gobierno de mi país niega", remarca el escritor brasileño.