La Televisión de Galicia (TVG) ha cerrado la temporada 2024/2025 con un balance nada positivo. El informe anual de Barlovento Comunicación confirma un desplome en sus audiencias, protagonizando la mayor caída de todos los canales públicos de ámbito autonómico. No obstante, la caída va más allá del plano cuantitativo: se queda fuera del podio por primera vez en años, superada por sus 'homólogas' de Andalucía, Aragón y Cataluña.
Según el citado informe, elaborado a través de las mediciones de Kantar Media, TVG cierra la actual temporada televisiva con un 8,6% de cuota de pantalla. Firmando una caída de -0,9 puntos respecto al curso pasado (9,5%), la tendencia descendente se mantiene: se conforma con la cuarta posición por detrás de Canal Sur (9,4% y +0,8), Aragón TV (12,1% y +0,5), además de la líder TV3 (14,1% y +0,2).
Con los datos sobre la mesa, estas audiencias son un reflejo claro de la desconexión entre la cadena pública gallega y su audiencia, justo en un periodo marcado por una crisis reputacional sin precedentes. Los trabajadores llevan un sinfín de jornadas defendiendo la vocación de Servicio Público que debería llevar por bandera, denunciando una "manipulación informativa" que se perpetúa en el tiempo.
Audiencias en picado, protestas silenciadas
El deterioro de los datos coincide con uno de los momentos más convulsos en la historia de la Corporación de Radio e Televisión de Galicia (CRTVG). Desde hace más de un año, trabajadores de la casa mantienen movilizaciones constantes contra lo que definen como un "desmantelamiento del servicio público". Las huelgas, los 'venres negros' y las denuncias sindicales han sido ignoradas por buena parte del sistema mediático gallego. “Nuestra aportación y nuestra posición es gritar más alto para que la ciudadanía, que al final es la propietaria de los medios públicos, tenga conciencia de esta situación”, declaraba en ElPlural.com Raquel Lema, presidenta del Comité de Huelga.

El informe de Barlovento indica que el conjunto de autonómicas en Galicia apenas promedia un 9,7%, perdiendo también -0,9 puntos respecto al curso anterior. Es decir, el retroceso no afecta solo a TVG, sino al ecosistema televisivo autonómico de carácter público en la comunidad. Tampoco se acaba la tendencia negativa en en este ámbito: las audiencias caen desde el 10,6% firmado en el curso anterior al peligroso undígito.
La dirección cuestionada y la Ley de Medios aprobada en solitario por el PP
En paralelo, la crisis institucional ha ido a más. La nueva Ley de Medios impulsada por la Xunta de Galicia se aprobó en solitario gracias a los votos PP tras el rechazo de PSOE, BNG y otros colectivos profesionales. Una de sus medidas más polémicas es que permite elegir al director Genral de la CRTVG con mayoría absoluta, sin necesidad de consenso parlamentario. Se elimina así la obligación de una mayoría cualificada para nombrar al máximo responsable del ente, consolidando la posición del partido gobernante.
"Desde la llegada de Feijóo a la Xunta de Galicia, estando Mar Sánchez Sierra en la Secretaría General de Medios, hubo un endurecimiento del control político de las informaciones", denunció Lema, apuntando además al papel que esta dirigente continúa desempeñando como diputada en Madrid, en lo que describió como una "supervisión" continuada del ecosistema mediático. Por su parte, los populares consideraban necesario este cambio en la legislación para "evitar un bloqueo total" para que "de una manera u otra resulte elegida una persona".
"416 viernes, 366 de protesta": la polémica elección de Pombo
La última sacudida llegó con el nombramiento de Concepción Pombo como candidata del PP para asumir la dirección de la CRTVG. Actual responsable de informativos desde 2017, su nombramiento no fue recibido de buen agrado: "Ocho años, 96 meses y 416 viernes, 366 en negro". Para el BNG, Pombo no merecía el aval del Parlamento, mientras que desde el PSdeG la calificaron como "la opción más radical".
La oposición criticó abiertamente lo que considera una estrategia para cerrar filas en torno a una dirección alineada con los intereses del PP gallego, mientras los trabajadores se mantenían en pie de guerra. Es más, cada movimiento en la cúpula coincidiendo con estos episodios de reivindicacion insuflaba fuerza a los empleados para continuar su lucha. La sección Tribunales de este mismo periódico cifró en "hasta 40" los procedimientos judiciales que había perdido la TVG de Sánchez Izquierdo, con las consiguientes indemnizaciones.

Resuena todavía la lucha de los trabajadores con protestas organizadas tras la cancelación de A Revista. El mítico programa, cuya producción recaía de manera íntegra en TVG, fue "desmantelado" para la puesta a punto del magacín O Termómetro: el sustituto que llegó en régimen de coproducción. En este contexto, la elección de Concepción Pombo se interpreta como un cierre en falso del ciclo Izquierdo, más que como una apertura a una nueva etapa.
¿Qué explica el derrumbe de audiencias?
Si los datos del balance de Barlovento señalan una clara desconexión con la audiencia, la pregunta es evidente: ¿por qué la televisión pública gallega cae con tanta fuerza? Una posible explicación apunta a la pérdida de credibilidad y la percepción de una programación cada vez más alejada de los intereses ciudadanos.
Los colectivos de trabajadores insisten en que el control informativo, la externalización de contenidos y el trato laboral han deteriorado tanto la independencia como el vínculo emocional con el espectador. "El órgano de propaganda más eficaz del partido que gobierna", denunció el Comité Intercentros, en referencia directa a los informativos de la cadena.