La Plaza de España, símbolo del centro de Madrid y uno de los espacios más concurridos por turistas y vecinos, volverá a transformarse en un gran recinto ferial. El Ayuntamiento, a través de la Junta de Moncloa-Aravaca, ha puesto en marcha un nuevo concurso público para adjudicar la explotación del mercado de Navidad, con sus habituales casetas, pista de hielo y terrazas de restauración. Una decisión que, una vez más, reabre el debate sobre el uso de esta plaza, remodelada con fondos públicos bajo el gobierno de Manuela Carmenabajo el gobierno de Manuela Carmena y convertida ahora en escaparate comercial de la capital.

Un mercadillo con más que turrón y guirnaldas

El contrato, tal y como adelanta ‘Somos Madrid’, prevé que la empresa adjudicataria instale al menos 36 casetas de venta de productos navideños y culturales, junto a cinco casetas dobles de hostelería y un restaurante de hasta 80 metros cuadrados. Todo ello servirá a una terraza de unos 300 metros cuadrados que ocupará parte del espacio peatonal.

La feria contará también con una pista de hielo de un mínimo de 600 metros cuadrados, que ya se ha convertido en cita fija de muchas familias madrileñas, y un árbol de Navidad de hasta 14 metros de altura que presidirá el recinto como símbolo de la temporada. El pliego autoriza además la incorporación de hasta cuatro grandes patrocinios publicitarios de 10 metros cuadrados cada uno, siempre con la aprobación de la Junta de Distrito.

El Ayuntamiento ha fijado un canon mínimo de 40.000 euros por temporada para alquilar el espacio, una cifra inferior a los 56.000 euros que se exigían en ediciones anteriores. El motivo, según la administración, es que la empresa deberá aportar 40.000 euros adicionales en programación cultural y entregar 500 entradas gratuitas para la pista de hielo a la Junta de Distrito.

Sin embargo, el propio pliego pone cifra a esas entradas: 18 euros cada una, lo que equivale a 9.000 euros en total, que finalmente se descuentan del importe. Con este mecanismo, el consistorio calcula que el alquiler real de la plaza rondaría los 87.000 euros, aunque en la práctica el arrendamiento se queda en menos de la mitad.

Una feria que ocupa casi dos meses

El calendario de la feria se extenderá desde el último jueves de noviembre hasta el 6 de enero, con un margen adicional para montaje y desmontaje que permite ocupar la plaza durante hasta 60 días al año. Los puestos de venta y la pista de hielo podrán abrir hasta las 22.00 horas, mientras que la hostelería tendrá horario más amplio: de 8.00 a 23.00 horas entre semana y hasta la 1.00 de la madrugada los fines de semana y festivos.

El contrato tendrá carácter anual, aunque podrá prorrogarse hasta cuatro años, lo que garantiza a la empresa adjudicataria un negocio sostenido en el tiempo y al Ayuntamiento unos ingresos fijos.

La plaza, escenario de ferias y polémicas

El mercado de Navidad es solo la punta del iceberg en la gestión de este espacio. Según una investigación de Somos Madrid, en 2024 la Plaza de España estuvo ocupada durante 195 jornadas por eventos privados, lo que equivale a más de la mitad del año. Por esas cesiones, el Ayuntamiento recaudó algo más de 131.000 euros, a una media de 676 euros diarios.

La lista de ferias es larga y variada. Además de La Navideña, destacan La Estival, que llena el espacio de terrazas y actividades de verano, y La Hispanidad, que en 2024 cambió de fecha para celebrarse en primavera. También han tenido lugar festivales culturales, ferias gastronómicas y hasta presentaciones publicitarias que han generado críticas vecinales por convertir una zona verde en un espacio comercial casi permanente.

La estrategia no se limita a Plaza de España. La Junta de Moncloa-Aravaca también ha sacado a concurso la feria navideña de Madrid Río, en el entorno del Puente del Rey, que exigirá igualmente un árbol decorativo, una pista de hielo y un canon mínimo de 20.000 euros al año.

El concurso para ambas ubicaciones se abrió el pasado 25 de julio y permanecerá abierto hasta el 12 de septiembre, fecha límite para que las empresas interesadas presenten sus ofertas.

La plaza como negocio recurrente

El trasfondo del debate va más allá de las luces navideñas. Para algunos, la estrategia de Almeida convierte a la Plaza de España en un espacio alquilado casi de forma continua, con eventos que van desde el invierno hasta bien entrado el otoño. Para otros, estas ferias suponen una dinamización cultural y económica que atrae visitantes, genera consumo y convierte Madrid en un destino aún más atractivo.

En cualquier caso, la plaza que fue reabierta en 2021 como pulmón verde y lugar de paseo se ha consolidado como un escaparate de consumo al aire libre. Un lugar donde, según la época del año, los vecinos se encuentran con casetas de turrón, terrazas de verano o escenarios de festivales.

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