Está en Amazon Prime Video y es la versión moderna de un clásico irresistible para ver en Semana Santa

La novela 'Ben-Hur: Una historia de los tiempos de Cristo', escrita por Lewis Wallace, se publicaba en el año 1880, convirtiéndose en un gran éxito literario de la época, además de en una de las novelas más vendidas del siglo XIX. A posteriori, el clásico se llevaba a la gran pantalla en 1907, 1925 y 1959, cosechando las últimas grandes cifras. Ya en el siglo XXI, Timur Bekmambetov decidía llevar a cabo en 2016 una versión moderna protagonizada por Morgan Freeman y que, actualmente, se encuentra disponible en Amazon Prime Video.

A diferencia de las anteriores, esta versión fue un fracaso en taquilla que supuso un agujero financiera para la compañía Metro-Goldwyn-Mayer. El largometraje rendía muy por debajo de las expectativas comerciales y no era capaz de cubrir sus propios gastos. En todo el mundo recaudaba 94 millones de dólares mientras que los costes de producción ascendieron a los 100 millones. Por otro lado, este fracaso también obligó a la compañía a pagar un cargo por deterioro de 48 millones que tuvo que desembolsar la productora cinematográfica.

La película 'Ben-Hur' de 2016 es una versión moderna que presenta una nueva interpretación de la historia épica. La trama sigue la historia de Judah Ben-Hur, un noble judío que es traicionado por su hermano adoptivo Messala y obligado a vivir como esclavo. Después de años de sufrimiento y enfrentamientos, Ben-Hur busca venganza, pero encuentra redención a través del perdón y la fe.

El largometraje cuenta con un elenco notable, incluyendo a Morgan Freeman, Jack Huston, Toby Kebbell y Rodrigo Santoro, entre otros. Morgan Freeman interpreta a Ilderim, un personaje crucial en la historia, quien ayuda a Ben-Hur en su búsqueda de venganza y luego en su camino hacia la redención. La actuación de Freeman aporta profundidad y carisma al personaje, como es típico en sus interpretaciones. Por su parte, Jack Huston da vida al protagonista: Judah Ben-Hur.

A pesar de contar con una producción de alto presupuesto y efectos visuales impresionantes, la película recibió críticas variadas, principalmente debido a comparaciones desfavorables con la versión clásica de 1959 protagonizada por Charlton Heston. La adaptación de 2016 no logró capturar la misma magia y emotividad que la versión anterior y además se enfrentó a comparaciones inevitables con sus predecesoras, lo que resultó en un recibimiento tibio por parte de la crítica y el público.

El largometraje se rodó principalmente en Roma y Matera (Italia), con lugares como Sassi di Matera en Basilicata o el estudio Cinecittà en Roma como enclaves principales en los que filmar. Como anécdota, la famosa secuencia de carrera de carros de unos 10 minutos, y que se asemeja notablemente a la de las anteriores películas, estaba planeada para ser filmada en la arena del circo Máximo en Roma. Sin embargo, las autoridades culturales de Italia negaron el acceso al lugar histórico debido al temor de que los carros pudieran dañarlo, especialmente porque en ese momento se encontraba en proceso de restauración. El alcalde de Roma, Ignazio Marino, expresó que el objetivo de la administración de la ciudad no era aumentar los ingresos a costa del uso del espacio público, sino devolver a Roma su papel como un gran lugar en la historia y la tradición de la ciudad.