La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detenía este miércoles 21 de febrero a Koldo García Izaguirre, asesor y mano derecha de José Luis Ábalos durante su etapa como ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. La detención se producía después de que la unidad especial de la Benemérita acreditara el cobro de comisiones ilegales por la compra de mascarillas durante la pandemia. Así estallaba el ya conocido 'caso Koldo', que ha puesto a Ábalos en el punto de mira, provocando su partida al Grupo Mixto ante las presiones del PSOE. El político lo comunicaba así ante los medios, 24 horas antes de ir de plató en plató

"No voy a responder a preguntas. Sé que tienen muchas, yo también tengo muchas respuestas pero como tengo tantas peticiones las voy a ir dando y saben ustedes que dar la cara es una costumbre en mí", decía Ábalos este miércoles desde el Congreso. Y dicho y hecho. Ni 24 horas después, el exministro iniciaba su ronda mediática en distintas casas. 

En primer lugar, el ex número tres socialista ha intervenido a primera hora de la mañana en El Mon de RAC1. Ante los micrófonos, Ábalos ha defendido a capa y espada su inocencia y su imagen pública tras la multitud de ataques mediáticos. “Yo no me he lucrado absolutamente de nada”, ha asegurado sin tapujos, admitiendo incluso que “siempre pedía explicaciones” ante cualquier cuestión que le llamara la atención. Recibía las aclaraciones que le trasladaban, pero confiesa que “nunca” pudo contrastarlas. “Nunca me imaginé esto”, desliza en la radio privada catalana.

De radio en radio y tiro porque me toca, Ábalos afrontaba su cara a cara con Carlos Alsina en Más de Uno. En el estudio de Onda Cero, el político ha confirmado que presentará alegaciones al ser suspendido de militancia en el PSOE y ha calificado la decisión del partido de "populismo justiciero". El exministro ha confesado que la presión mediática le está provocando un gran "desgaste emocional" a nivel personal: "Cuando me despierto me da la sensación de que todo esto es una pesadilla, hasta que esto veo que forma parte de la realidad. Consigo dormir por agotamiento". 

Y de las ondas radiofónicas, Ábalos pasaba a los focos televisivos. Ha sido en La Mirada Crítica de Telecinco donde no ha querido "entrar" en si el PSOE le ha dejado tirado. "Yo no voy a entrar en ninguna pelea con el que sigo considerando mi partido. Respeto totalmente lo que puedan decidir, otra cosa es que eso me obligue a compartirlo. Yo, básicamente, discrepo con las medidas", le contaba a Ana Terradillos. El exministro ha confesado que se siente "dolido por todo" pero ha afirmado saber donde está "el origen y la causa": en el "caso feo que produjo las detenciones". En contra de la "utilización política de la Justicia", el valenciano ha vuelto a defender su inocencia asegurando que está "muy tranquillo": "Estoy convencido de que hice bien las cosas y no formo parte en absoluto de esa posible trama", reiteraba.

Continuando con la pequeña pantalla, Ábalos conectaba en directo con La hora de La 1, matinal presentado por Silvia Intxaurrondo y Marc Sala. El otrora secretario de Organización socialista ha reconocido en la televisión pública que ha atravesado diferentes momentos en estos días, siendo el "más duro" cuando se enteró de la detención de los presuntos implicados, entre los que se encontraba "una persona que había colaborado estrechamente con él". Durante la intervención, ha confesado que, durante estos días, su relación con el PSOE la ha vehiculado Santos Cerdán, pero no ha querido pronunciarse sobre si ha estado en contacto con Pedro Sánchez. En un tono más duro, Ábalos ha mandado un mensaje al partido, que cree que ha sido "desconsiderado" con él: "Yo no me merezco un órdago público lanzándome un desafío de 24 horas".

Pasadas las 11:30 horas llegaba el turno de Espejo Público (Antena 3), donde el político ha vuelto a repetir su mantra: su inocencia. "Yo no estoy señalado por la Justicia. (...) Una cosa es la Justicia y otra ir de justiciero. La Justicia tiene que ser fría y garantista". Además, Ábalos ha asegurado no estar dispuesto a "pagar un precio" que no sería solo político, sino que conlleva un "coste personal" que implica su retirada de la vida pública y afecta a su "vida personal y entorno". El socialista salpicaba hacia fuera y atacaba al PP, tras las declaraciones de una diputada que ha asegurado que es "repugnante que alguien estuviera haciendo negocios en un contexto tan duro como la pandemia con las mascarillas": "Yo no sé si se refería a su compañera la presidenta de la Comunidad de Madrid". 

 

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