La Audiencia de Barcelona ha anunciado la sentencia al hombre que violó a una menor de 16 años en Igualada el 1 de noviembre de 2021. Brian Raimundo C. ha sido condenado a 35 años de prisión, 15 por agresión sexual y 20 por tentativa de asesinato. La sentencia considera que el condenado, de 24 años, persiguió a la víctima a la salida de la discoteca Épic, en la ciudad de la provincia barcelonesa, y la acorraló en un callejón "escasamente iluminado". Allí la atacó "de manera sorpresiva con un objeto contundente y romo con el que le golpeó fuertemente y repetidas veces en la cabeza". El tribunal de la Sección 10ª ha considerado una agravante por razón de género en los delitos, y añade a la pena una indemnización a la víctima de 330.000 euros.

El violador de Igualada era consciente de que con su ataque "había una alta probabilidad de que acabara con su vida". Así lo considera el fallo del tribunal de Barcelona, el cual prosigue con el relato probado de la noche de noviembre de 2021. Tras los golpes, con la menor ya en el suelo, "con absoluto desprecio a su condición de mujer, y aprovechando su estado de semiinconsciencia, generado por los golpes recibidos" el condenado abusó de su víctima "con absoluto desprecio a su libre determinación sexual". Brian Raimundo introdujo "de manera brutal y repetidas veces miembros corporales, tales como el puño, u objetos contundentes y puntiagudos no determinados, o una combinación de ambos, lo que llevó a cabo durante espacio de 20 minutos aproximadamente", según el texto de la condena.

La víctima requirió "30 días de hospitalización"

Un transportista que la encontró desnuda e inconsciente dio el aviso a los Mossos d'Esquadra. Así fue como se inició la investigación que ha llevado a la condena este lunes. La víctima, de 16 años en el momento del crimen, quedó "tendida en el suelo desnuda, semiinconsciente, desangrándose y sin la ropa que la misma vestía y que el procesado se llevó consigo". Debido a las brutales lesiones que sufrió, la menor requirió "tres días de estancia en la UCI" y "30 días de hospitalización". El parte de secuelas incluye "trastorno de estrés postraumático grave, hipoacusia en el oído izquierdo leve, acúfenos en oído izquierdo o perjuicio estético por cicatrices quirúrgicas en abdomen en grado moderado".

Los informes de la fiscal señalan que el condenado "no solo quería agredir a la víctima, sino que quería matarla". La acusación tildó los hechos como un acto de "maldad brutal sin finalidad". Esto se conoció hace dos semanas, cuando el juicio quedó visto para sentencia. Por parte de la defensa del violador, el principal argumento fue que las pruebas presentadas no son suficientes para condenarlo. Estas incluyen grabaciones de cámaras de seguridad que sitúan a Brian Raimundo en el lugar donde fue hallada la menor, así como la geolocalización de su móvil.

El violador actuó con ánimo "ruin, perverso, cobarde y traicionero"

Las acusaciones del caso pedían hasta 45 años de cárcel para el violador de Igualada por la variedad de delitos cometidos. Todos los hallazgos de la investigación han señalado en esta dirección, pues las antenas telefónicas han permitido posicionar al condenado en el lugar y momento en que tuvo lugar la agresión. Los Mossos registraron el domicilio de Brian Raimundo cinco meses después de los hechos. Allí localizaron las prendas de ropa que llevaba el condenado en las grabaciones que le delatan. Las pruebas encontraron restos de ADN de la víctima. 

Las acusaciones coinciden en que el condenado actuó "con ánimo ruin, perverso, cobarde y traicionero". Finalmente el tribunal ha fallado en contra del violador, aunque con una pena menor de la reclamada. Por parte de la defensa, se solicitaba que la condena fuese por agresión sexual, y se descartase la tentativa de asesinato. Finalmente 20 de los 35 años de cárcel a los que se condena al violador de Igualada, han sido por este delito.

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