Estella (Navarra) está celebrando sus fiestas y como cada año, los encierros son su principal atractivo. En el segundo día de celebración un toro de 600 kilos ha protagonizado una anécdota que podría haber terminado en drama.

Tras descolgarse de la manada, en un ejercicio de dramática ironía, el animal se coló en una carnicería, sembrando el pánico entre los asistentes y los trabajadores que se disponían a abrir el negocio.

El manso provocó varios destrozos en el local además de envestir a una empleada, que se encuentra fuera de peligro. Otra trabajadora de la carnicerá tuvo que ser atendida en el hospital García Orcoyen de Estella por el susto causado y por un golpe que se dio en el brazo al tratar de huir. 

Finalmente, el animal pudo salir de la carnicería y terminar el recorrido del encierro en solitario.