La UEFA ha vuelto a hacerlo. Tras la polémica por la investigación abierta al portero de Alemania Manuel Neuer por exhibir un brazalete con la bandera arcoíris reivindicando los derechos LGTBI , expediente que fue archivado finalmente, ahora justifica la prohibición de iluminar con los colores arcoíris el estadio de Múnich durante el partido Alemania-Hungría, asegurando que la UEFA apuesta por la igualdad pero no  por las causas políticas.

En un comunicado en el que figuraba el logo del ente federativo con los colores de la bandera LGTBI, ha afirmado  que dicha enseña “encarna nuestros valores fundamentales, promoviendo todo aquello en lo que creemos: una sociedad más justa e igualitaria, tolerante con todos, independientemente de sus antecedentes, creencias o género”.

Esto choca frontalmente con el rechazo a iluminar el Allianz Stadium, decisión adoptada por la UEFA hace unos días. En este sentido, esgrimen que “la solicitud en sí era política, vinculada a la presencia del equipo de fútbol húngaro en el estadio”.

No obstante, el comunicado insiste en que la incorporación de los colores al logo “muestra nuestro firme compromiso con una sociedad más diversa e inclusiva”.

En un comunicado anterior, la UEFA explicó que no ha lugar a la iluminación amparándose en el “contexto político de la solicitud”. De esta manera, se posicionó del lado del Gobierno húngaro, cuyo ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, censuró la iniciativa porque “se trata de algo muy dañino y peligroso”.

“En la propuesta (de iluminar el estadio) se detecta claramente la intención de mezclar la política con el deporte, porque todo el mundo sabe de qué se trata”, dijo el diplomático.