El 14 de marzo del año 2004, José Luis Rodríguez Zapatero ganaba las elecciones generales y conseguía las llaves de la Moncloa. Antes que él, Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González y José María Aznar habían ostentado el cargo de presidente del Gobierno de España. Tras él, vendrían Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Todos ellos, menos Calvo-Sotelo, ganaron las elecciones. Así, de los presidentes que han sido elegidos por los españoles solo uno, el presidente Zapatero, ha tenido un Gobierno limpio de corrupción. En los 8 años que estuvo al frente de la presidencia, ni un solo caso de corrupción ha sido relacionado con él o con sus ministros, algo que no pueden decir el resto de presidentes de la democracia.

Es más, incluso el considerado como 'motor' de la Transición Adolfo Suárez tuvo que dar explicaciones cuando 63 millones de pesetas desaparecieron de las cuentas de la Moncloa y, por arte de magia, acabaron en la cuenta de un particular muy cercano a la UCD, el partido del presidente. Si bien es cierto que ese dinero se acabó retornando a las arcas, Adolfo Suárez no pudo evitar verse salpicado por el escándalo. Se puede considerar que Leopoldo Calvo-Sotelo tampoco tuvo ningún caso de corrupción bajo su mandato, pero es que este político tan solo estuvo un año al frente del Gobierno y no fue elegido por los ciudadanos sino que sustituyó a Suárez tras su dimisión.

En 1982, un jovencísimo Felipe González arrasaba en las elecciones generales y conseguía 202 escaños. González ha sido, hasta la fecha de hoy, el presidente que más años ha estado al frente del Gobierno de España, ya que fue presidente desde el 2 de diciembre de 1982 hasta el 5 de mayo de 1996. 14 años plagados de luces y sobras. Y como le pasara a Suárez, su Gobierno no se libró de los escándalos de corrupción. Tres son los principales escándalos que se vivieron durante su mandato: el caso Filesa, el caso de los fondos reservados y el caso GAL. Este último, aunque fue un auténtico escándalo no tenía que ver con la corrupción política.

En el caso Filesa, se investigó la creación de tres empresas Filesa, Malesa y Time-Export, cuyo objetivo era la obtención de fondos para financiar irregularmente al PSOE. En el caso de los fondos reservados siete exaltos cargos del Ministerio del Interior en la época del gobierno socialista de González fueron juzgados por el uso indebido de los fondos reservados que entre los años 1987 y 1993. Un dinero que se utilizó para pagar sobresueldos a altos cargos y funcionarios.

Aznar y Rajoy: de la Gürtel a Kitchen

En 1996, Felipe González tuvo que dimitir al no conseguir el apoyo necesario para aprobar los presupuestos. Fue entonces cuando llegó a Moncloa José María Aznar. Bajo su mando existía en el partido, su partido, el PP, una caja B que manejaba el tesorero del Partido: Luis Bárcenas, y que se utilizaba para pagar en dinero negro tanto sobresueldos como incluso la obra de renovación de la sede de la calle Génova. En el año 90 el entonces tesorero Rosendo Naseiro tuvo que dimitir tras saltar el escándalo que lleva su apellido y dejó las llaves del castillo en manos de Bárcenas. Años después saltaría el caso Gürtel y se descubriría que en esa caja fuerte situada en la sede de Génova se llegaron a esconder hasta 8 millones de euros procedentes de mordidas.

Un dinero que también se utilizó para financiar irregularmente al partido. Es más, las empresas del cerebro de la trama, Francisco Correa, no dudaron en mudarse de territorio cuando se les cerró el grifo en Madrid. Correa abrió sus empresas en Valencia y, a través de ellas, se consiguió dinero en B para financiar las campañas del entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Esta es la rama valenciana de este caso.

Un caso, la Gürtel, que le costaría la presidencia a su sucesor al frente del PP, Mariano Rajoy, pues fue desalojado de la Moncloa con una moción de censura que se interpuso a raíz de la sentencia de este caso. Pero si la Gürtel fue sangrante, todos los casos de corrupción lo son, el que posiblemente haya sido el peor caso de todos se produjo con Rajoy de presidente.

Siendo Mariano Rajoy presidente del Gobierno, en el Ministerio del Interior se creó un grupo parapolicial dentro del Ministerio del Interior, con Jorge Fernández Díaz como ministro, con el fin de sustraer las pruebas que tenía Bárcenas contra el Partido Popular. Este grupo, con el comisario José Manuel Villarejo como máximo exponente, utilió los recursos del Estado para acabar con los enemigos políticos de Mariano Rajoy y del Partido Popular. Este caso, conocido como la trama Kitchen se investigó dentro del caso Tándem y está a punto de ser juzgado en la Audiencia Nacional.

El último presidente que ha visto su gestión salpicada por la corrupción es el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. No hace ni un mes saltaba el caso Koldo, que investiga el presunto cobro de comisiones por parte de empresarios y del asesor del exministro de Transportes, José Luis Ábalos. Unas mordidas que presuntamente se habrían obtenido a través de la adjudicación de contratos de compra de mascarillas durante la pandemia por parte de empresas públicas, así como comunidades autónomas.

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