La derecha ha preparado con mimo la sesión de control de este miércoles. Un aquelarre contra el Gobierno a consecuencia del denominado caso Koldo, que se ha convertido en un “bumerán” para el Partido Popular. La estrategia de arrinconamiento se le ha atragantado a los conservadores. Al menos así lo ha hecho saber desde la bancada azul el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que ha liquidado las acusaciones de los populares contra el presidente del Gobierno y su grado de conocimiento de la trama de comisiones. El exalcalde de Valladolid ha dado unas pinceladas -dentro de los márgenes de tiempo estipulados para estas sesiones- de todas las tramas y “desconocimientos” de los actores implicados en ellas de signo conservador. “¿Cómo es posible que no supieran lo que hacía su contable durante décadas?”, ironizó.

La parlamentaria del Partido Popular Ester Muñoz dio pie a uno de los momentos más esperados de la sesión de control: la réplica y contrarréplica del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible. La diputada conservadora por León afeó a Puente que pertenecía a un Gobierno en el que “anida una trama de corrupción que sacó tajada en lo peor de la pandemia”, aludiendo explícitamente al caso Koldo. “Una trama cuya zona cero es su ministerio, donde se captaba a los vendedores y a los compradores. Todos sabemos que a usted no le pusieron para ser ministro de aviones, barcos y trenes, sino para ser ministro de tramas y taparlo todo. Tiene a gente a sueldo que está siendo investigada. ¿Va a poner al hermano de Koldo a dirigir la auditoría?”, espetó la popular.

Lapsus en Génova

El ministro de Transportes despachó la pregunta de Muñoz con un somero repaso al historial corrupto del Partido Popular, recordando los lapsus de memoria de altos cargos de su partido en cuanto se les vinculaba a alguna trama. “Usted sostiene la tesis de que yo debía conocer qué pasaba en el ministerio hace cuatro años. Yo le pregunto con la misma tesis: ¿Cómo es posible que no supieran lo que hacía su contable [Luis Bárcenas] durante décadas y eso que les metía sobrecitos debajo de la almohada todos los meses?”, arrancó Óscar Puente, que dedicó la totalidad de su turno de réplica a devolver el “bumerán” a la bancada conservadora.

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“¿Cómo es posible que su alcaldesa de Marbella no supiera que su marido y su hijastro se dedicaban al narcotráfico y al blanqueo de capitales? ¿Cómo es posible que su jefe de filas no supiera lo que toda Galicia sobre el personaje con el que desayunaba e iba en yate? Están ustedes para dar muy poquitas lecciones”, abundaba el exalcalde de Valladolid. Puente prosiguió con la declaración de Ana Mato, quien “se encontró un Jaguar en el garaje y no sabía”. “Ustedes han dado un recital de no querer saber”, ha remachado.

Puente, al PP: "¿Cómo es posible que no supieran lo que hacía Bárcenas durante décadas?"

En este sentido, Puente ha sacado pecho de que, en los últimos años según el CIS, la corrupción ha pasado a la 18º posición en términos de preocupaciones principales de los españoles. En cambio, ha percutido en que durante los gobiernos de Mariano Rajoy estaba en la pole position. “La garantía de que eso no vuelva a pasar es que ustedes no vuelvan al Gobierno”, ha añadido el ministro de Transportes, al tiempo que apuntalaba que una “organización criminal” es aquella que, en cuanto detecta un solo caso de corrupción en sus entrañas, “en lugar de poner las pruebas al servicio de la Justicia, las rompen a martillazos”.

Auditoría en el ministerio

El ministro de Transportes dio orden de auditar a Puertos del Estado y Adif -órganos dependientes de su departamento- para esclarecer la compra de mascarillas en 2020. A la espera de los resultados, Puente ha rebajado a una persona la que tenga relación con la trama. En este sentido, reafirma su apoyo a su subsecretario, que se mantiene en el puesto desde el año 2018. Es funcionario de carrera y cuenta con la “total confianza” del titular del ramo.

En las últimas horas, Puente fue interrogado sobre el grado de confianza que tiene a que esta auditoría no tenga un resultado similar a la del Tribunal de Cuentas y la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE). El ministro del ramo considera “evidente” que en pleno 2024 “esto se mira con otros ojos” porque en aquella fiscalización “no se estaba buscando una irregularidad de partida, sino que lo que hacía era una prospección de carácter general en relación con los procedimientos y con el adecuado cumplimiento de los contratos”.

"Ahora, los ojos son otros. Vamos a ver si, a la luz de esos nuevos ojos, observamos alguna circunstancia que no se advirtiera en esas dos auditorías del Tribunal de Cuentas y de la IGAE que examinaron estos contratos", ha dicho, para añadir que van a "indagar a ver si hay algo que se haya pasado por alto".

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