Se preveía una sesión de control dura, y un cara a cara entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de lo más intensa. Así ha sido, con un cruce de reproches entre ambos por la corrupción en el que el responsable 'popular' ha salido vapuleado después de que el responsable del Ejecutivo le haya recordado el historial de su partido en esta lacra. "Que una formación como la suya hable de esto... ¿Por qué cayó el señor Casado?", ha cuestionado Sánchez, rescatando las comisiones del hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por la compra de mascarillas.

En un segundo turno de réplica, el secretario general del PSOE ha puesto sobre la mesa el "currículum" del PP. "Para hablar de corrupción, debería ser otro", ha evidenciado desde su escaño. Asimismo, Sánchez ha dejado claro que el PSOE y el Gobierno en su conjunto van a colaborar con la Justicia."No vamos a señalar a la Justicia, ni a destruir ordenadores a martillazos",ha sentenciado refiriéndose a casos muy concretos como el 'caso Bárcenas.'

Diferentes formas de afrontar la corrupción

Por el contrario, los pasos a seguir por parte de la formación socialista comienzan por abrir una comisión de investigación: "Hemos hecho todo lo contrario a lo que hacen ustedes", ha remarcado, algo en lo que incidiría después en el debate con Ione Belarra (Podemos). "Hay dos formas de cortar la corrupción; de raíz o corando cabezas", ha dictado refiriéndose nuevamente al episodio que acabó con la carrera política de Casado.

"Nosotros llegamos al Gobierno para desterrar la corrupción de la política y usted ha llegado al frente del PP por taparla", le ha espetado, para asegurar que Pablo Casado, el anterior líder del PP, "cayó por denunciar una trama de corrupción de la señora Ayuso en la Comunidad de Madrid. "Y usted está en pie por tapar y tolerar esa corrupción", ha dicho también a Feijóo.

Feijóo ha acusado previamente a Sánchez de "saber" lo que pasaba alrededor del asesor de Ábalos. El líder de la oposición ha llegado a decir que ese presunto conocimiento -que el conjunto del partido niegan- venía de hace tres años: "Su secretario de Organización no le servirá de cortafuegos (...) Esta trama surge en la cabeza de su  partido, está instalada en el corazón de su Gobierno y marca la partida de nacimiento de su carrera". 

A continuación, el responsable de la formación de Génova 13, ha pedido al presidente que "no esparza" al resto lo que tiene "debajo" ni ponga el "ventilador" cuando el juez está "investigando a su Gobierno y su partido". Incluso ha llegado a referirse a la condición de aforado del que fuera ministro de Transportes, algo que, sin embargo, no impide que Ábalos pueda declarar. "Deje de insultar la inteligencia de los españoles todos los días y todas las horas", ha apostillado Feijóo. 

A renglón seguido, tras asegurar que Ábalos "no acaba de fiarse" de Sánchez porque "le conoce", el presidente del PP ha emplazado al jefe del Ejecutivo a aclarar "cuál de todas las respuestas que ha prometido" su exministro de Transportes "en las próximas entrevistas" es la que "teme". "Aún va a tener que calumniarnos mucho más para tapar la descomposición de su Gobierno", ha manifestado.

A ello, Sánchez no se ha mordido la lengua y ha lamentado el "sonrojo" que le produce que el PP "puede sacar tajada política de la corrupción" mientras el PSOE es "impecable" y para ellos este problema es "incompatible" con la manera de entender la política. Así las cosas, el máximo dirigente del PSOE ha dicho por activa y pasiva que "este es un Gobierno que no tapa la corrupción", sino que la combate "cara a cara" con "hechos y acciones" y no con discursos "vacuos", como sí hacen, considera, los 'populares'.  

Ábalos se mantendrá fiel al PSOE pese a las discrepancias

Ábalos por su parte, ha asegurado que votará a favor de la Ley de Amnistía cuando se someta a votación en el Congreso de los Diputados y ha discrepado con el PSOE por exigirle que renunciase a su acta de diputado en 24 horas tras el estallido del 'caso Koldo' tras su papel en el partido. "Tampoco soy un militante más", ha dicho en dos entrevistas.

"No quiero ser un problema de mayoría en el Congreso para el Gobierno; yo seguiré las orientaciones de voto del Grupo Socialista", ha afirmado el que también fuera secretario de organización socialista.

Respecto al ultimátum del PSOE, ha insistido en que considera que "no es la forma de enfrentar la estrategia de la derecha en este sentido" ya que los tribunales no le ha acusado de nada y, en sus palabras, no forma parte de ninguna investigación.