Este martes ha sido el turno para declarar, en calidad de imputados, del exseleccionador de fútbol femenino Jorge Vilda y el director de marketing de la Federación, Rubén Rivera. Ambos han reconocido que hablaron con la jugadora de la selección española de fútbol, Jennifer Hermoso, pero los dos “han negado que lo hicieran cumpliendo órdenes del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales”, acusado de un delito de acoso sexual y otro de coacciones.

En el caso de Vilda, según ha podido saber ElPlural.com, ha reconocido que habló con el hermano de Jennifer Hermoso para intentar ayudar. Ha dicho que conocía mucho a Jenni, que le tenía mucho aprecio y por eso, de motu proprio, habló con su hermano. El que fuera seleccionador nacional femenino también ha aseverado que, “no vio el beso cuando se produjo” y que, en el avión, “el ambiente estaba muy enrarecido”.

Durante su comparecencia ha declarado que, como conoce a Hermoso, “y no quería agobiarla, fue a hablar con el hermano. Le dijo al hermano de la jugadora que igual era bueno que Jenni diera su versión” porque “era mejor para bajar el suflé”. En cuanto a lo que habló con Luis Rubiales, Jorge Vilda ha dicho “que estuvo en reuniones con Rubiales, en los corrillos, pero este no le pidió que hablara con nadie”.

Las fuentes aseguran que ha explicado que la conoce desde hace 18 años y tiene una excelente relación, tanto con ella, como con la familia, el hermano y la madre, y que, en el avión se acercó al hermano por la preocupación que tenía por ella y, por eso, “me acerco a su hermano y le digo que hay que bajar a bajar el suflé”. “No le pido que haga el video. Me importa ella, no me importa Rubiales, me importa ella porque era el entrenador y en tres semanas teníamos partido de clasificación para las olimpiadas”.

En cuanto a porqué hizo cuatro viajes a la parte trasera del avión, el exseleccionador ha asegurado que las dos primeras veces el hermano de Jenni estaba dormido y no quiso molestarlo, pero que, además, ese día, antes de subir al avión su hija de 11 años pasó por el hospital porque creían que podía tener apendicitis. Que la analítica salió bien tras tres horas y que pudieron viajar, pero vigilando a la niña. “Mi mujer y mi hija estaban en mitad del avión. No paré de ir detrás para ver cómo estaba”.

Por su parte, el director de marketing de la Federación, Rubén Rivera, ha aportado WhatsApps con las jugadoras. Unos mensajes de agredicimiento, de cosas que le pedían. Ha asegurado que hablaba con las jugadoras porque se encargaba de la logística. Y que viajó a Ibiza porque le mandó la RFEF. “Ha reconocido que pasó el teléfono a Jenni para que hablara con Albert Luque y Miguel García Caba, responsable de Integridad, porque era una especie de intermediario, un correveidile cualificado”, según ha informado las fuentes cercanas al caso.

El caso Rubiales ha traspaso las fronteras desatando un movimiento en apoyo a la jugadora sin precedentes. De hecho, en las puertas de la Audiencia Nacional había cerca de 200 profesionales nacionales e internacionales del periodismo entre redactores, cámaras y frotógrafos. Medios como la británica BBC o periódicos como el New York Times o el Washington Post han enviado a redactores para cubrir una noticia que se ha convertido en el "MeToo" español con el ya famoso "Se Acabó".

El delito

El delito de agresión sexual previsto en el artículo 178 establece que: "Será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años, como responsable de agresión sexual, el que realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento. Sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona".

La imputación de Rubiales

Fue el pasado 12 de septiembre cuando el juez citó a Rubiales, momento en el que el magistrado admitió la querella presentada por la Fiscalía por los delitos de agresión sexual y coacciones contra él por el beso no consentido en la boca.

En un auto, el magistrado acordó las primeras diligencias en este procedimiento, entre ellas recabar de 'RTVE' el vídeo o vídeos que tengan en sus archivos que recojan el momento desde todos los ángulos en el que el querellado besa a la denunciante, así como los minutos inmediatamente anteriores y posteriores al hecho relativos a la celebración del triunfo de la selección de fútbol femenino.

Además, requirió al periódico 'El País' el vídeo de la celebración en el vestuarioque tiene colgado en Internet y al diario 'AS' el de los momentos del beso y cualesquiera otros relacionados con los hechos. Por su parte, al diario 'La Vanguardia' el instructor solicitó el vídeo de la celebración en el autobús de la selección española de fútbol femenino.