Un mes después de la polémica del beso no consentido del ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, a la jugadora Jennifer Hermoso en la Final del Mundial de Sídney (Australia), el mundo del deporte aún sufre las consecuencias de un comportamiento que ha dejado estragos, pero que, a la par, ha marcado un antes y un después, haciendo que las jugadoras levanten la voz y pidan cambios profundos en la estructura del fútbol femenino. 

"Teníamos que decir tolerancia cero, primero por Jenni y por nosotras, para no marcar precedentes", ha señalado Alexia Putellas en rueda de prensa este jueves, señalando que a la reunión con el Consejo Superior de Deportes (CSD) con todas las jugadoras al ser convocadas in extremis. 

Las últimas negociaciones, en palabras de ambas jugadoras, han sido "productivas", pero queda aún un largo camino por recorrer. "No ponemos ni quitamos nada, solo denunciamos y pedimos que haya una tolerancia cero ante personas que, como dice nuestro comunicado, hayan escondido, aplaudido o incitado un abuso. Simplemente pedimos eso. Quién elige los cambios o no, es la Federación, no tenemos ninguna competencia de echar o poner a nadie, solo de jugar", precisa Putellas.

“Este tema ya no es deportivo, va más allá. Lo que vivió Jenni no se puede tolerar, pedimos que la Federación de todos que estas actitudes no se den. El fútbol es un reflejo de nuestra sociedad, es uno de los motivos que nos ha empujado a continuar la denuncia de tolerancia cero, no queremos que se dé en la sociedad, que no marque un precedente. Todo lo que sea ponerse de lado ya es posicionarse", señala con contundencia. 

A la par, Irene Paredes, comparte todo lo subrayado por Putellas, pero añade: "La luz al final del túnel todavía no se ve, tenemos tenemos el altavoz para poder hacerlo, pero hay compañeras de otros deportes y selecciones y mujeres en sus propios trabajaos y vidas con casos similares, queremos que esto pueda ser un punto de inflexión con el que puedan levantar la voz y erradicar situaciones como esta”, ha reivindicado ante los medios. 

"Tuvimos que pelear muchísimo para ser escuchadas"

La realidad que viven las jugadoras, pese a que se ha hecho más latente a raíz del caso Rubiales, viene de lejos. Al igual que las situaciones que pueden verse en el día a día, en el ámbito laboral, social o doméstico, las mujeres continúan sufriendo discriminaciones y abusos por el mero hecho de ser mujeres. 

"Nosotras veníamos reclamando que nos escucharan durante bastante tiempo porque estábamos detectando que estaba habiendo durante décadas una discriminación sistemática con el futbol femenino. Tuvimos que pelear muchísimo para ser escuchadas, lo que conlleva un desgaste, desgaste que no queremos tener porque nos preocupa lo que pasa dentro del campo y que la gente lo celebre con nosotras”, ha señalado Putellas.

Tanto Paredes como Putellas, en voz de sus compañeras, han enviado un mensaje claro: la víctima de la agresión sexual de Rubiales fue Jennifer Hermoso, quien ha sufrido las consecuencias directas del escándalo, a la par que el resto de las jugadoras, cuando lo que en realidad se tenía que estar celebrando es la victoria del Mundial. "Jenni no ha provocado nada de lo sucedido ni en lo que pasó en su momento. Sus compañeras siempre hemos estado -y estaremos- a su lado", ha garantizado. 

En el marco de las negociaciones de los últimos días, tanto con la Federación como con el Consejero Superior del Deporte (CSD) -esta última que se prolongó hasta las cinco de la madrugada-, las jugadoras han señalado que se han asentado las bases de "los acuerdos para avanzar", aunque esta clase de circunstancias "toman su tiempo": "Acudimos obligadas y enfadadas, pero aceptamos. A partir de ahí, tomamos la decisión de quedarnos, por no ser sancionadas y, no porque estemos precisamente agusto por toda la situación del último mes, sino porque creemos que es lo que tenemos que hacer para que los acuerdos se lleven adelante. Tenemos una responsabilidad sobre la SUB23", ha precisado Paredes.

Montse Tomé: "Ha sido un fallo de interpretación"

Por su parte, y de manera previa a que las jugadoras rompiesen su silencio de mano de Putellas y Paredes, la seleccionadora Montse Tomé también ha concedido una rueda de prensa en la que ha esclarecido que la polémica de la convocatoria y el consiguiente enfado de las futbolistas se debió a un "fallo comunicativo". 

Tomé ha explicado que, desde que asumió el cargo, el puesto que antes ocupó Jorge Vilda, comenzaron a sucederse una serie de acontecimientos que se "escaparon" de su "control": "Quizás haya habido un fallo de comunicación, pero siempre he querido proteger a las jugadoras, cuidarlas, a estar con ellas y con Jenni. No sé si ha sido fallo de comunicación o falta de tiempo", ha valorado. 

En cuanto al caso Rubiales y todas sus consecuencias directas, Tomé ha reiterado en varias ocasiones que es "un problema que trasciende a lo deportivo": "Mi intención siempre fue ayudar, soy entrenadora, pero me siento jugadora. Nos posicionamos con Jenni y con todas las jugadoras, el resto de cosas que se han sucedido se han escapado de nuestro control", ha proseguido ante los medios.