La primera de las víctimas del presunto asesino en serie Jorge Ignacio P. J. ha declarado en la segunda jornada de juicio. La narración de la joven ha sido terrible. Entre lágrimas ha explicado lo que pasó cuando atendió al acusado. Tres frases resumen aquella horrible experiencia: "Este hombre me drogó para matarme. No hay más”, “No puedo tener pareja ni una relación porque cogí pánico a los hombres. Tengo tratamiento sicológico y me he intentado matar” y, “cuando salió ese monstruo en televisión, porque es un monstruo lo reconocí. Y dije voy a denunciarlo porque va a seguir matando más mujeres”.

La víctima ha explicado con todo lujo de detalles el pánico que sufrió mientras estuvo en una habitación con Jorge Ignacio. Como tuvo que coger un cuchillo para echarlo porque sabía que, o lo echaba, “o la mataba”. Mientras el terror se apoderaba de ella, la mujer solo podía pensar en sus hijos, uno de ellos discapacitado, por los que ejercía el trabajo de prostituta. Era su única forma de mantenerlos.

“Le traje una copa y me fui y le dije a la 'mami' que me está drogando y me va a matar. Pero no quiso hacer caso. ¿Qué hago con mis hijos? Le dije hijo de puta me estás matando que estoy trabajando para mis hijos, que tengo un hijo discapacitado. Usted me mata, pero se viene detrás de mí. Déjeme hijo de puta”, ha contado.

Todo esto sucedió después de que supiera que le había introducido cocaína dentro de sus genitales, hecho del que fue consciente cuando se fue a la ducha y vio que en sus genitales tenía rocas de cocaína. “Me dijo que me hiciera la raya, pero yo le dije que no, porque estaba cada vez peor. Entonces me fui al baño, porque me ardía acá. Cuando me metí los dedos, empezaron a salir rocas de coca del tamaño de un garbanzo”, entre “cinco o seis”. “¿Tú qué estás haciendo? ¿Por qué me metes droga en mis partes íntimas?”, preguntó.

Además de lo sucedido en la habitación con Jorge Ignacio P. J., especialmente llamativo es como la ‘mami’ no hizo nada por parar la situación. La primera vez le pidió ayuda y la ‘mami’ la hizo volver a entrar en la habitación. La segunda, cuando le pidió socorro porque la habían drogado y no la quiso llevar al hospital. Fuentes del caso consultadas por ElPlural.com han explicado que la mujer huyó después de que ella denunciara y no ha podido ser localizada.

En el turno de la defensa, la magistrada presidenta, Clara Bayarri, le ha dicho que dejara de coaccionar a la testigo. De hecho, la abogada a tratado de dejar caer que denunció para conseguir papeles. Ante esa afirmación Bayarri ha saltado preguntado si creía que la testigo tenía intereses espurios. La defensa, nerviosa, ha dicho que no creía la declaración. Finalmente, la víctima ha dicho: “estaba regular en España”, dejando sin palabras a la letrada.