La decisión de este miércoles del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de mantener a Pablo Ruz como instructor del 'caso Gürtel', ahora 'caso Bárcenas'.., con la financiación ilegal del PP al fondo, ha sacado a flote otra historia, la de las disensiones que se viven dentro del CGPJ, órgano de gobierno de los jueces. Un pulso que tiene características que saltan de lo profesional e ideológico, y en el que todo apunta que hay mucho de desavenencias personales y deseos de poder y control.

Miguel Carmona es 'inevitablemente' el titular del juzgado número 5 de la Audiencia Nacional
Como es sabido, Ruz ocupa el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional sólo de forma provisional. A pesar de la decisión del CGPJ de mantenerle hasta la conclusión del auto por el tema Gürtel/Bárcenas, en sólo unas semanas el juez titular de la plaza, Miguel Carmona, ahora en comisión de servicios como vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), será quien se haga cargo como juez principal de las investigaciones, mientras que Ruz quedará como juez de apoyo.

El juez Ruz, instrumento 'inocente' de las luchas internas en el CGPJ. Foto EFE



Eso son los hechos. Ya en ELPLURAL.COM, el pasado día 8 les contábamos los detalles de estos cambios y sus posibles consecuencias. La sucesión, nos dijeron entonces, era "inevitable", porque cuando este juzgado salió a concurso (es el juzgado que ocupaba Garzón y quedó libre al ser él expulsado) Ruz, que lo ocupaba provisionalmente, "no tenía antigüedad suficiente para ocupar esa plaza", y el CGPJ eligió a Miguel Carmona, el de mayor antigüedad entre quienes lo solicitaron. También en esa información les explicábamos cómo Miguel Carmona, amigo personal por cierto de Garzón, es veterano miembro de la progresista asociación Jueces para la Democracia (JD), por lo que no podían deducirse, nos decían fuentes del CGPJ "cambios en la marcha de la investigación por razones ideológicas".

'Guerra abierta' en el seno del CGPJ
¿Por qué se está produciendo entonces tanta presión mediática y política sobre este relevo? ¿Por qué se ha producido un hecho sin precedentes, como que desde la sala de Gobierno de la Audiencia Nacional solicitaran que se prorrogue durante seis meses más la continuidad de Ruz al frente de esta investigación, ahora como juez de apoyo? ¿Por qué no se ha esperado a seguir los pasos que marca la ley, y que exigirían que el propio Carmona, una vez tome posesión de su cargo, evaluara si necesitaba algún juez de apoyo, y si es así, esa plaza saliera a concurso, que es lo regulado?

Fuentes internas del propio CGPJ cuentan a ELPLURAL.COM que la respuesta a todas estas preguntas no está sino en la 'guerra abierta' que se vive en el seno del propio Poder Judicial. Un pulso que estalló desde el mismo momento en el que fue elegido el actual presidente, Gonzalo Moliner, y que tiene más que ver con el control del órgano de gobierno de los jueces que con razones ideológicas, porque en un 'bando' y en otro hay magistrados conservadores y progresistas.

Un pulso de 13 a 8
El grupo minoritario, formado por 8 magistrados, está liderado por la juez Margarita Robles, y en el que están integrados los también magistrados progresistas Félix Azón e Inmaculada Montalbán, junto a los miembros de la conservadora APM, Manuel Almenar, Pio Aguirre, Miguel Collado, Antonio Montserrat y Gemma Gallego. En frente, el grupo mayoritario, formado por 13 jueces, llamado humorísticamente UTE (Unión Temporal de Empresas) en los pasillos del Consejo, por su diversidad ideológica. Este grupo se vertebra en torno al presidente, Gonzalo Moliner, y lo integran el vicepresidente Fernando de Rosa, y el resto de vocales: Ramón Camp, Antonio Dorado, Fernández-Carnicero, José Manuel Gómez, Margarita Uría, Gabriela Bravo, Carles Cruz, Concepción Espejel, Almudena Lastra, Manuel Torres y, también, Miguel Carmona.

Aunque en la decisión sobre la prórroga de Ruz, tomada por la Comisión Permanente, Antonio Dorado se ha alineado, para sorpresa de todos, con Manuel Almenar y Margarita Robles, frente al presidente Gonzalo Moliner y la juez Almudena Lastra, lo que nos dicen en el CGPJ es que este pulso es el que había venido empapando el caso de la sustitución de Ruz, juez provisional, por Carmona, juez titular. "Hay dos cosas que no tienen sentido en todo esto -comentan a ELPLURAL.COM en esas fuentes del Poder Judicial-, por un lado la urgencia con la que se ha presentado la continuidad de Ruz, cuando no será hasta mediados de octubre, como pronto, cuando Carmona tome posesión, y por otro, la insistencia en incumplir lo que marca el reglamento, que claramente especifica que es el juez titular, y sólo él, a la vista de la carga de su juzgado, quien debe evaluar si puede con todo, y si no fuera así pedir que se nombre a un juez de apoyo".

Miedo a dar excusas para que el proceso Bárcenas acabe en nulidad
Ni siquiera en este caso, nos dicen, Carmona hubiera podido pedir a un juez concreto, con nombre y apellidos, ya que la plaza conforme a los reglamentos hubiera debido salir a concurso ¿Por qué entonces se produjo la petición de la Audiencia Nacional que ha acabado con esta 'atípica' prórroga de Ruz como juez instructor del caso Gürtel/Bárcenas? En los medios judiciales que hemos consultado no se entiende. Sí nos dicen que en los pasillos del CGPJ es conocido el enfrentamiento entre Margarita Robles y Miguel Carmona. También la amistad entre Robles y el presidente de la Audiencia Nacional.

Falta ahora por conocer la reacción de Carmona..., y lo que pueda pasar por este gesto 'atípico' del CGPJ. El propio Miguel Carmona advirtió hace unos días que tenía una excelente relación con Ruz, pero temía que cualquier movimiento en falso para provocar su continuidad pudiera acabar convirtiéndose en una excusa para que se pidiera la nulidad del proceso Gürtel/Bárcenas/financiación ilegal del PP.