La Revista Mongolia deberá indemnizar a José Ortega Cano con 40.000 euros. Al menos así lo ha decidido la Audiencia Provincial de Madrid, que ha ratificado la sentencia contra la publicación por la portada satírica sobre el extorero. El tribunal ha asumido los motivos de la condena del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Madrid.

Después de esta condena, la defensa de Mongolia recurrió alegando que no se tuvo en cuenta que se trataba de un cartel satírico. Por tanto, según este argumento, existió una valoración errónea de la prueba. La sentencia de la Audiencia Provincial destaca que lo que se debe examinar es si existió “una confrontación entre el derecho fundamental al honor, a la intimidad y a la propia imagen con la libertad de expresión”.

"Ofensa gráfica"

Como ha quedado claro con su designio, el tribunal se ha decantado por el primer motivo. La sentencia revela que el cartel “es una verdadera ofensa gráfica”, pues se ha utilizado sin permiso la imagen del extorero. Amén de esto, subraya que las expresiones “deben ser calificadas como desafortunadas” y puntualizan que se trataba de un cartel promocional del espectáculo, por lo que percibirían un rédito económico.

“El demandante es de Cartagena y el contenido del cartel supone una vulneración al derecho del honor y a la propia imagen” de Ortega Cano, precisan desde el tribunal.

Al Supremo

Como no podía ser de otro modo, la defensa de la revista llevará el caso a instancias más altas para recurrir lo que entienden como una violación de la libertad de expresión. En una suerte de comunicado, los responsables de la publicación destacan que, “con todos los respetos a sus señorías”, al ser una revista satírica, “tenemos la obligación de recurrir la sentencia ante el Supremo”.

En este anuncio, los responsables de la revista satírica lamentan que, desde el nacimiento de Mongolia, han visto cómo los márgenes de la libertad de expresión “no sólo no se han ensanchado, sino que se han reducido”.

Por tanto, para poder recurrir la sentencia de la Audiencia Provincial al Supremo, los responsables de la publicación satírica han abierto una campaña de micromecenazgocon el fin de obtener 10.000 euros para poder recurrir al Alto Tribunal y hacer frente a los “gastos excepcionales”.