La primera reunión celebrada este miércoles entre las diferentes asociaciones de jueces y fiscales, vocales del Consejo General del Poder Judicial, un representante de la Fiscalía General del Estado y el Gobierno, que ha estado representado por responsables de los ministerios de Justicia y Hacienda, ha terminado sin acuerdo sobre la posible actualización de los salarios para jueces y fiscales. Por tanto, al no haber alcanzado un acuerdo, la huelga prevista para el día 16 se mantiene por el momento pero todos los interlocutores se volverá a reunir el próximo lunes 8 de mayo. Por el momento, desde el Gobierno se ha hecho una oferta de 44,5 millones de euros, pero la parte contraria ha aseverado que esa cifra "no compensa la pérdida de poder adquisitivo".

A la salida, Carlos Redondo, de la Asociación Profesional de la Magistratura ha valorado la reunión. Redondo ha dicho que: “Estamos en un marco de negociación, y empieza a perfilarse algún tipo de posición. Empiezan a perfilarse posiciones. Es tiempo ahora de reflexión, y hemos quedado para el próximo lunes, y ahora mismo es tiempo de estudio y de valoración de lo que hay, tanto por una parte como por otra sobre la mesa”.

Preguntado por si les convence la propuesta del Gobierno, el representante de la APM, ha aseverado que “esto es un proceso de negociación, hay cosas que, no es que convenzan, es que al final es un toma y daca. De modo y manera que ya veremos. Hay propuestas sobre la mesa y hay que valorarlas. No convence todo. No se trata de convencer que podamos coincidir en la existencia de un determinado clima no sé si de entendimiento, pero sí de negociación y de diálogo. Una cosa normal, que era y lo que tanto nos ha costado para convencer a la otra parte de que esto tenga lugar. Es un principio, de momento es un principio, aunque no es tiempo de satisfacciones todavía. Es tiempo de reflexionar y de ver y evaluar lo que hay sobre la mesa y hacer valoraciones internas de cara a un proceso de negociación”.

Por su parte Inés Herreros, de la Unión Progresista de Fiscales, ha dicho: “Soy optimista en el hecho de que estamos en una mesa de retribuciones, m y el nombre de mesa significa que es un espacio para la reflexión, es un espacio donde todas las partes tienen que ser generosas. La peculiaridad de la carrera fiscal y judicial es que nunca nos hemos sentado con un ministerio en el que se nos diga más que no va a haber ninguna subida, no se puede, se ha hecho mucho esfuerzo pero es imposible. Entonces estamos en un momento en el que nos encontramos con otra predisposición, pero como bien ha dicho el compañero, es un momento de reflexionar, de que nosotros valoremos cuál es el resultado de la jornada del día de hoy pero, en todo caso, ha sido una jornada que ha sido productiva”.

Hemos tenido un ambiente estupendo, donde hemos podido hablar de las necesidades, una parte que las asociaciones la tenemos muy trabajadas porque son reivindicaciones de carácter histórico porque llevamos prácticamente 20 años haciendo reivindicaciones. Probablemente no será lo que nosotros queramos, pero esperemos que sea lo más cercano a lo que nosotros queremos, y lo menos cercano a lo que el Gobierno ofrece, que es la postura inicial. Pero esto es lo que es una negociación”, ha apostillado Herreros, quien ha asegurado: “Confío en un acuerdo lo más pronto posible. Ojalá pudiera ser el mismo lunes”.

La huelga convocada por jueces y fiscales coincidirá en el tiempo con la que ya ha empezado de funcionarios de Justicia. Hasta ahora solo han sido paros, pero a partir de este jueves comenzarán siete jornadas de huelga. Una huelga que ya celebraron, entre finales de enero y marzo, los letrados de la administración de justicia quienes, finalmente, lograron una subida salarial de hasta 450 euros mensuales.

Según han indicado a Europa Press fuentes presentes en la reunión, la ministra Pilar Llop se ha acercado a la Mesa de Retribuciones a saludar a los presentes, un gesto que nunca se produjo en las negociaciones con los letrados de la administración de justicia. Los funcionarios también han sido muy críticos con su ausencia en las conversaciones mantenidas con el colectivo.