Se avecina una nueva confrontación entre PSOE y PP. Después de que los socialistas pidieran, durante toda la investidura fallida, que los conservadores se abstuvieran para evitar que el Ejecutivo cayera en manos de nacionalistas e independentistas, el Poder Judicial será el culpable de otro choque entre los dos grandes partidos, según desvela El Independiente.

Desde hace un año, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se encuentra en funciones como consecuencia del bloqueo político que ha llevado al país a unas segundas elecciones. La falta de consenso en las Cortes ha prohibido la renovación de los jueces. El Tribunal Constitucional debería haber renovado en noviembre a su presidente, vicepresidenta y otros dos magistrados. Pero hasta que no se constituyan las mayorías, la regeneración quedará en stand by.

Después de los comicios del pasado de 10 de noviembre, Partido Popular, PSOE y Navarra Suma aglutinan los 210 sillones necesarios para proponer, elegir y renovar a los jueces. De hecho, el presidente en funciones del Poder Judicial, Carlos Lesmes, pidió a los dirigentes políticos celeridad en la búsqueda de consensos, además de acabar con una “anomalía” que podría desembocar en el “descrédito” del órgano.

Sin embargo, como ya ocurriera con la investidura de Pedro Sánchez, el Partido Popular no está por la labor de sentarse a la mesa de negociación con los socialistas para proponer a los 20 vocales que componen el CGPJ, según publica El Independente.

Citando a fuentes populares, los de Pablo Casado tampoco estarían dispuestos a acordar al sustituto del actual presidente del Constitucional, Juan José González Rivas, su vicepresidenta, Encarnación Roca y los jueces Andrés Ollero y Fernando Valdés. El mandato de ellos ha llegado a su fin, pero los conservadores se enrocan en el inmovilismo alegando falta de confianza hacia su interlocutor.

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El mensaje de Cosidó

Desde la formación que preside Pablo Casado consideran que el escenario en el que actúa Pedro Sánchez sería un varapalo para la unidad de España. Sostienen que la negociación de PSOE con ERC para sustentar el Ejecutivo de coalición con Podemos podría suponer la pérdida de la mayoría conservadora, así como la cesión de magistrados más progresistas y receptivos a las peticiones independentistas.

Aunque parezca lejano, el mensaje con el que Cosidó presumió de las bondades del acuerdo de renovación del CGPJ es vital para que el Partido Popular muestre su desconfianza. Sospechan que fueron los socialistas los que estuvieron detrás de esta filtración. De hecho, consideran que sentó un precedente insalvable, según relata El Independiente.

Cosidó presumía de que “ponemos un Presidente excepcional” al frente de la Justicia española y “además controlando la sala segunda desde detrás y presidiendo la sala 61”. “Ha sido una jugada estupenda”, señalaba el mensaje del senador, que irónicamente también sacaba pecho porque la elección de Marchena “prestigiará el TS y el CGPJ, que falta le hace”.