Los barones populares se reunieron el pasado lunes en Génova para celebrar una comida en la que compartir visiones particulares y establecer una hoja de ruta común. Frente a un Casado victorioso y alegre por los resultados conseguidos en las elecciones del pasado domingo, muchos fueron los que minusvaloraron la gestión realizada, pusieron sobre la mesa la pérdida de votos reiterada y criticaron al líder del partido las decisiones adoptadas en los últimos días: “Los nombramientos no son neutrales”, sentenció de forma categórica Alberto Núñez Feijóo.

El dirigente gallego, una de las voces más contrastadas de puertas para adentro y firme defensor de volver a la senda del centro y alejarse de los ultras, echó en cara a la cúpula central su decisión de nombrar portavoces a Cayetana Álvarez de Toledo en el Congreso de los Diputados y a Juan Ignacio Cosidó en el Senado. No fue el único, entre la cúpula orgánica de los azules la crítica se vuelve más virulenta y los barones empiezan a dudar de las decisiones adoptadas por Casado.

Los reproches fueron constantes. La foto de Colón, el pacto en la Junta de Andalucía, los fichajes realizados, las competencias de cada uno y los resultados electorales. Muchos puntos de desunión para una estructura que debe decidir entre apostar por la moderación o por la fuerza argumental: Rajoy o Aznar, Feijóo o Casado.

Conformar un espacio reconocible se ha convertido en el principal objetivo teniendo en cuenta la fragmentación de la derecha en estos comicios. Hay que apostar por un modelo que permita establecer una vía de encuentro, en la que el votante más conservador y el más escéptico siga apostando en el futuro por un Partido Popular que, pese al triunfalismo mostrado en el balcón de su sede la noche del 26M, pierde apoyos en muchas regiones en las que había gobernado sin mayor complicación tiempo atrás.

Para ello, es la hora de elegir quién capitaneará el nuevo proyecto. Apostar por líderes como Cayetana Álvarez de Toledo, con sus exabruptos en campaña y sus incesantes muestras de apoyo al ala más conservadora de la formación, o por perfiles más moderados que reconduzcan al partido hacia la senda del sentido común, el centro-derecha y el talante democrático.

Este miércoles, en una conexión con Al Rojo Vivo (laSexta), Manuel Cobo, vicealcalde de Gallardón, ha recordado cuando la marquesa de Casa Fuerte y número uno por las listas del PP en Barcelona insultó y descalificó a compañeros del propio partido. Son muchos los que reniegan de fichajes como Illana, Álvarez de Toledo o Juan José Cortés.

Feijóo y Moreno ejercen como exponentes del viraje al centro. Casado y Egea se atrincheran y desmienten la premisa de sus compañeros. El juego de poder tuvo su primer episodio el lunes, mientras los 'quinielables' para ejercer de portavoces esperan ver quién se impone.