El escenario en los tribunales afronta un caso nunca visto: el juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Sobre esta causa que determinará si hubo revelación de secretos o no en torno a la filtración del correo de la defensa del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Alberto González Amador, sobre el presunto fraude fiscal, son varias las figuras reconocidas que pasarán por el interrogatorio del juez Ángel Hurtado, siendo su turno este martes el del jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso.

Miguel Ángel Rodríguez -conocido mediáticamente como MAR, por sus siglas- está citado como testigo en la causa bajo investigación en Tribunal Supremo y acudirá este martes por la mañana a declarar ante el magistrado Hurtado, y lo hará un día después de García Ortiz, quien ha negado ser responsable de la presunta revelación de secretos por la que se le acusa.

El jefe de gabinete de Ayuso quien, según la defensa del fiscal general, le señala como origen del bulo que ha declinado en causa judicial, fue quien trasladó a través de un grupo de WhatsApp una versión de los hechos por la que se dio a entender que fue el Ministerio Público el que ofreció un pacto de conformidad a la defensa de González Amador, y no al revés como sí sucedió. Según defendió Rodríguez entonces, fue una oferta que la Fiscalía retiró por “presiones” del Gobierno de Pedro Sánchez, “órdenes de arriba para que no haya acuerdo”, según precisó él mismo.

Esta teoría provocó una rápida respuesta en medios de comunicación que salieron a desmentir esta versión y, posteriormente, el fiscal general emitió una nota de prensa que desató el caso que está ahora en manos del juez del Supremo.

En enero de este año, Rodríguez ya acudió por primera vez a declarar ante el Alto Tribunal, también en calidad de testigo. Entonces, y aunque buena parte de esta declaración trascendió el pasado mes de octubre, el jefe de gabinete de Ayuso reconoció que se inventó parte de su mensaje para acusar al Ministerio Público: “Eso no es información… tengo el pelo blanco”, dijo.

“Quiero decir, que llevo muchos años en este ámbito y puedo intuir, colegir, adivinar qué está pasando en el mundo político, sobre todo con un órgano tan respetable como el ministerio fiscal, que está jerarquizado y colegiado. De ahí nace esta afirmación. No tengo una información concreta”, afirmó ante el magistrado del Supremo, reiterando que, entonces, sus palabras sobre la filtración del correo fueron una “suposición”.

Turno de González Amador

Este 4 de noviembre, Miguel Ángel Rodríguez no será la única figura sobre la que se situará el foco mediático y judicial, sino que la pareja de la presidenta madrileña también acudirá en la jornada de este día al Supremo a partir de las 15:30 horas de la tarde.

Sobre esta pieza judicial, cabe recordar que González Amador se querelló contra García Ortiz por ver vulnerados sus derechos a la intimidad, defensa y presunción de inocencia al haberse filtrado su correo. A su juicio, respaldó que esta operación se llevó a cabo con fines políticos y por ser la pareja de la presidenta madrileña.

También en enero, en su primera comparecencia ante el Alto Tribunal, el empresario acusado de fraude fiscal -entre otros delitos aún bajo investigación en juzgados madrileños-, contó que se enfadó con su abogado, Carlos Neira, por haber escrito el correo en el que pedía el pacto de conformidad. “Claro, yo el cabreo que me cogí fue monumental”, testificó. “Miguel Ángel Rodríguez me estaba escribiendo. Me dice, ‘¿esto es verdadero?, ¿esto es cierto?’, y le dije ‘no lo sé, estoy llamando a Neira, ahora te digo’. Llamé a Neira y le dije ‘Oye, ¿qué es esto que ha salido?’ y entonces Neira me vio alterado, bastante enfadado, y me dijo ‘No te preocupes, lo hablamos con calma’, y entonces le respondí a Miguel Ángel, ‘Pues me dice que sí que es cierto’”, explicó.

Tras Rodríguez y González Amador, será el turno también este martes de Neira. El abogado, que contactó con la Fiscalía en febrero de 2024, que fue cuando envió el mensaje que detonó este escenario, y lo hizo en nombre de su cliente al correo genérico de la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid, al que tuvieron acceso al menos una veintena de personas.

En dicha misiva electrónica, se proponía aceptar “íntegramente” la existencia de los dos delitos fiscales por los que se le imputan al haber defraudado presuntamente más de 350.000 euros en los ejercicios de 2020 y 2021 a la Agencia Tributaria.

El fiscal general niega filtración alguna

Por lo pronto, el comienzo de este proceso judicial de alto voltaje mediático y político arrancó con la declaración este lunes de García Ortiz en el Supremo, quien “no” fue autor ni responsable de la revelación de secretos motivada por la presunta filtración del correo de la defensa del novio de Ayuso a la Fiscalía.

La defensa del fiscal general, ejercida por la Abogacía General del Estado, denunció “una instrucción inquisitiva”, reclamando así la nulidad de las actuaciones en la causa. En voz de su letrada, Consuelo Castro, expuso que su cliente sufrió varias vulneraciones en su derecho a un proceso judicial.

No será hasta el próximo miércoles 12 de noviembre cuando el juez Hurtado vuelva a tomarle declaración largo tras la consecución de personalidades llamadas a declarar.

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