La candidata a la presidencia de la Junta de Extremadura por el PP, María Guardiola, no ha querido acompañarse de nadie del partido en el cierre de campaña, ni tan siquiera del líder nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, que suele arropar a la persona de la formación que se presenta a los comicios autonómicos, siguiendo así una tradición que suele extenderse al conjunto de las siglas.
Y es que el último día de campaña es una fiesta, una especie de mascletá que pone fin a un camino empedrado de horas, minutos y segundos -si se permite la referencia en tierra de Robe Iniesta- en lo que a trabajo se refiere y abre la puerta a una legislatura y, con ello, un nuevo tiempo, en este caso de Extremadura.
Así lo perciben todos los partidos, a menos en la teoría, pues luego las encuestas pueden ilusionar más o menos. De ahí que lo habitual sea que el máximo dirigente esté junto a la candidata en esta ocasión de turno.
Pero Guardiola no seguirá esta especie de ley no escrita y escenificará lo que han sido estos últimos 15 días en Badajoz, en un polideportivo y junto a una zambombá flamenca, pero sola en cuanto a presencia de Génova se refiere.
La candidata ‘popular’ va al revés del resto de candidatos, a los que sí arroparán los presidentes de sus principales partidos. Así las cosas, Miguel Ángel Gallardo (PSOE) contará con la presencia del responsable del Gobierno central y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez; y Santiago Abascal saldrá en la foto del lado de Óscar Fernández (Vox).
Verso suelto respecto de Génova
En Génova aseguran estar cómodos y que la decisión obedece únicamente a una orden de Guardiola; y que ellos se sienten cómodos porque no ven la necesidad de que la acompañen nadie. No la hace falta, vienen a decir, como sí es el caso, a su juicio, de PSOE y la extrema derecha.
Descartan así que tenga nada que ver con la actitud de Feijóo, que muchos perciben como de poco carismática, o sus constantes lapus. Es decir, que su presencia pudiera ensombrecer un poco el último día de campaña. Si bien es cierto que no se queda aquí, sino que Guardiola y Feijóo apenas han coincidido en territorio autonómico en las dos semanas perecederas.
La extremeña y el gallego solo estuvieron juntos el día de la pegada de carteles, en Don Benito, en una especie de comida-mitin. Ese mismo días por la noche, Feijóo acudió al partido de Copa del Rey entre el conjunto local, el Extremadura, y el Sevilla, en el que tampoco estuvo la responsable regional. De esta manera, la única vez que los dos aparecieron juntos fue el pasado sábado en Navalmoral de la Mata.
Tampoco aparecieron juntos en plano el pasado martes, cuando el líder de la oposición volvió a Extremadura, ya que en esta ocasión lo acompañó Abel Bautista, su secretario general. Esa jornada, Guardiola no tenía actos en su agenda. La imagen de este domingo, por lo tanto, no es aislada ni la tónica habitual entre el resto de partidos: Podemos también hizo coincidir la presencia de Ione Belarra e Irene Montero con la candidata morada Irene de Miguel en actos en Plasencia o Badajoz.
Guardiola ha demostrado ser un verso suelto respecto de la dirección de Madrid con esta y otras decisiones como no acudir la pasada noche al debate de RTVE y al que estaban invitados los representantes de los cuatro partidos principales. Génova empezó insistiendo y Feijóo terminó apoyando, por lo menos de cara a la galería.
La presencia en los medios, muy medida
Guardiola se ha cuidado muy mucho de medir bien los tiempos y su presencia ante los medios de comunicación, y no solo, siendo la tónica habitual los días de agenda vacía de contenidos en los que, si acaso, hacía algún canutazo y éste era de Bautista.
La presencia de la candidata en prensa ha venido acompañada del rechazo a entrevistas y la negativa a intervenir en las radios privadas. Así, se han limitado a los medios escritos, con un tiempo muy reducido o tasado en el mejor de los casos. Y todas el mismo día.
La única vez que ha comparecido en los medios fue el lunes. Lo hizo en una visita a Manchita (Badajoz), en una finca de ovino. El jueves reapareció solo en redes sociales con un vídeo denunciando el robo de una Correos y alentando el fantasma del amaño electoral.
