Máxima era la expectación que este miércoles a primera hora se podía apreciar en la plaza de la Villa de París de Madrid, puente de entrada a los juzgados del Tribunal Supremo. El protagonista de todas las miradas era Miguel Ángel Rodríguez, jefe de Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien, a través de la filtración de un correo electrónico que le había remitido la propia defensa de Alberto González Amador, defraudador confeso y pareja sentimental de la dirigente regional, reconoce que se sumó una concatenación de desmentidos y ataques en distintos frentes que ha terminado derivando en la imputación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.

Este miércoles, no obstante, quien se enfrentaba a las preguntas de las partes involucradas era el propio Rodríguez. Por el momento lo hacía en calidad de testigo, prometiendo decir la verdad y aclarando el origen del bulo -no fue la Fiscalía quien ofreció un pacto a González Amador, sino éste último el que reconoció sus delitos ante el Ministerio Público para evitar la cárcel- que lo originó todo. El jefe de Gabinete de la presidenta madrileña contestaba a su manera, como posteriormente lo haría ante la prensa, denunciando una campaña orquestada desde el despacho del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y reclamando la cabeza del fiscal general del Estado. 

No obstante, esta vez el jefe de Gabinete no podría escapar de los interrogantes con un simple argumentario y cuatro atrabiliarias sacudidas. No después de haber sido él quien ha estado señalado por filtrar presuntamente un correo de la defensa del novio de su jefa, propiciando un bulo para protegerlo de su confeso fraude fiscal; no después de haber sido denunciado 24 horas por revelación de secretos al compartir documentación privada sobre dos periodistas presuntamente facilitada por un Policía Nacional que ejerce de escolta de la presidenta madrileña; no después de convertir el enésimo pelotazo de comisiones promovido desde la Puerta del Sol en una operación para derribar el Gobierno. 

Por todo ello ha sido preguntado el jefe de Gabinete más famoso de España. Pese a todo, y haciendo gala de la inteligencia de quien está acostumbrado a moverse en situaciones complicadas, Rodríguez ha defendido su filtración y el bulo que de ella derivó asegurando que en aquel momento el no conocía el cruce de correos electrónicos previo que había existido entre la Fiscalía General del Estado y la defensa de González Amador: "El texto del fiscal dice: ‘No es obstáculo para poder llegar a un acuerdo. Si su cliente y usted así lo creen’. Ese es el texto que yo difundo. Dicen que había un email anterior que yo desconocía y que no se cita", ha argumentado.

Explicaciones ante la prensa

Tranquilo, y denunciando que el interrogatorio había pecado de preguntas repetitivas, salía Rodríguez del Supremo: "Debemos ser cautelosos, sigue siendo un asunto secreto, no me voy a referir concretamente a lo que he dicho yo. Creo que el Fiscal General del Estado tiene que ser juzgado, tiene que ser condenado de manera ejemplar para que nunca nadie más se le ocurra dar a conocer un expediente secreto de un español".

A renglón seguido, Rodríguez se ha dirigido expresamente al principal mandatario de la Moncloa: "El que tiene que ser juzgado es el creador de la trama de corrupción que le rodea en su familia, partido, gobierno y es el señor Sánchez. Independientemente de mi declaración, el Fiscal General va a ir pa’lante", ha reiterado en su declaración ante los medios. 

De esta manera, ha subrayado que tan sólo "con una sentencia ejemplar todo el mundo tomará nota de que los cargos públicos no pueden dar a conocer estos datos personales de nadie, mucho menos utilizarlos como un ataque político" y, debido a que defiende fervientemente que esta causa la comenzó el presidente del Gobierno contra la dirigente madrileña, ha asegurado que esta situación "también le va a llevar a él al juzgado". 

Asimismo, y con respecto al foco mediático, político y judicial que se cierne sobre Alberto González Amador por ese doble fraude fiscal y falsedad documental, delitos contra la Hacienda Pública por los que se le acusa, el jefe de gabinete de Ayuso ha reiterado que si este "no fuera el novio" de la presidenta, "hacía tiempo que este asunto lo había resuelto Hacienda como miles de casos diarios": "El presidente del Gobierno ha diseñado una operación contra un rival político, de ninguna manera se puede soportar", ha condenado.

Sobre la denuncia del PSOE en su contra

Bajo el mismo marco, el jefe de gabinete de Ayuso también se ha referido públicamente por primera vez a la denuncia interpuesta por el PSOE en su contra por filtrar datos de periodistas que investigan al novio de Ayuso en el mismo caso judicial, en concreto, a dos reporteros de El País. "Es como si pregunto a un Policía Nacional quién es ese periodista. (…) Cuando vea la denuncia diré, es ridículo que yo pregunte a un policía cómo se llaman dos periodistas cuando firman todos los días con su nombre. ¿Dónde está la revelación de secretos?" ha reiterado a modo de defensa propia. 

Según reza en el documento de los socialistas, se da cuenta de que el responsable de prensa de Díaz Ayuso obtuvo los datos de un “Policía Nacional que pertenece a la escolta de la Presidenta” que el pasado 19 de marzo había identificado a los dos informadores que habían acudido a las inmediaciones del domicilio de la lideresa regional. Ahora, con su denuncia, el PSOE solicitó a su vez que el teléfono de Miguel Ángel Rodríguez se investigue con el objetivo de evitar una “posible destrucción de pruebas” de los mensajes que tengan relación con esto.

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