La Fiscalía Provincial de Madrid solicita nueve años de prisión para el baliaor, Rafael Amargo, que tenía un negocio de reparto de drogas a domicilio. El Ministerio Público también pide seis años para su socio, y repartidor. Según el escrito del fiscal Amargo vendía los estupefacientes en su propio domicilio de manera “persistente”, pero este hombre amplió su negocio y también tenía un ‘telecoca’ para aquellos que no podían ir a su casa. Junto a Amargo y el repartidor hay un tercer acusado al que se le solicita la misma porque actuaba de forma “conjunta” con el otro acusado en la compra y posterior distribución de dichas sustancias.  

El escrito de acusación sostiene que, durante los meses de abril y diciembre de 2020, Rafael Amargo y J. E. “se venían dedicando de manera concertada y persistente a la distribución de sustancias estupefacientes, entre otras, metanfetamina, a terceras personas a cambio de dinero”.  Para conseguir mantener su negocio en m,archa, los dos acusados adquirían la sustancia de manera “conjunta” a los distintos suministradores, para posteriormente repartirla entre ambos y venderla a terceras personas.

Así, el bailaor Rafael Amargo vendía la droga a las personas que acudían a su domicilio de Madrid y en otras “hacía llegar la sustancia al lugar donde el cliente indicaba para lo cual se valía de su hombre de confianza el también acusado M. A. (…) a sabiendas de lo que portaba, después de hacer la entrega correspondiente regresaba al domicilio para entregarle el dinero obtenido con la venta”.

Telecoca

A modo de ejemplo, en su escrito de acusación, la Fiscalía relata que el 27 de abril de 2020, M. A. para quien la Fiscalía pide seis años de prisión, fue sorprendido por la policía cuando se disponía a entregar a un cliente, a cambio de 50 euros, una bolsita con sustancia que resultó ser metanfetamina. El detenido había recogido la sustancia minutos antes del domicilio de J. R. “donde debía regresar para entregar el dinero” de la venta.   

Asimismo, a raíz de los dispositivos de vigilancia que se establecieron sobre el domicilio de Amargo., los agentes de Policía pudieron observar “como acudían numerosas personas que, tras acceder al mismo y permanecer en el interior escasos minutos, salían nuevamente de manera apresurada, procediendo la policía a identificar a dos de ellas, interviniendo sustancia estupefaciente que se había adquirido en dicho domicilio, levantándose las correspondientes actas de aprehensión”.