La Sección de Delitos de Odio de la Fiscalía Valencia solicita dos años de cárcel para Pablo F., un hombre que presuntamente hostigó y agredió a varios testigos de Johová en la localidad valenciana de Torrent. El juicio por estos hechos se celebrará el próximo miércoles en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia.

Según el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Elplural.com, el acusado, entre los meses de mayo y septiembre de 2018, “movido por su animadversión de los miembros de la congregación Testigo de Jehová, ejecutó varias agresiones físicas y verbales a miembros de dicha congregación, a los que reconocía por vestir acorde a la Fe que predicaban, es decir, los hombre con camisa, corbata y pantalón de pinza y las mujeres blusa y falda larga, así como por las carpetas que llevaban en las manos, mostrando ilustraciones de su religión. Todas estas agresiones se produjeron mientras los perjudicados predicaban y daban a conocer su Fe entre los transeúntes y vecinos de Torrent”.

Los hechos

Entre los hechos que le imputa la fiscal se encuentran, por ejemplo, un empujón a una de las mujeres, a la que volvió a empujar una semana después. En el mes de julio se dirigió a otra mujer y le dijo “más trabajar, más trabajar, que esto no es trabajar” mientras la empujaba. Ese mismo mes volvió a aparecer donde predicaban mientras espetaba “búscate trabajo, lo que estás haciendo no sirve para nada, búscate trabajo”.

Ya en agosto, el acusado se acercó a una joven que estaba con su hija y la empujó. A los 15 minutos volvió “y le lanzó un puñetazo a sus partes íntimas”, si bien la mujer pudo evitar el golpe al poner la carpeta en la trayectoria del golpe. El hombre siguió hostigando y dando golpes a las personas que predicaban. En septiembre les dijo “vuestra religión no sirve para nada, buscad trabajo, dejaos de tonterías y buscad trabajo, no sirve para nada vuestra religión”.

Según explica la calificación fiscal, el ahora procesado continuó con su acoso hasta finales del mes de septiembre, lo que provocó “una fuerte sensación de inseguridad y menosprecio” entre los miembros de la congregación de los Testigos de Jehová. Por ello, la fiscal solicita dos años de prisión por un delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas del Artículo 510.2 y 5 del Código Penal, así como una multa de 3.300 euros.