El exalcalde de Majadahonda del PP e imputado en el caso Púnica, Guillermo Ortega, ha enviado un escrito al Juzgado Central Número 6 de la Audiencia Nacional en el que asegura que quiere colaborar pero que, para poder hacerlo, necesita que el magistrado le autorice a tener su ordenador personal en la celda.

En una providencia, a la que ha tenido acceso ElPlural.com, el magistrado Joaquín Gadea pide informe al Ministerio Fiscal. En el escrito, Ortega explica que la UCO ha enviado un informe en el que afirman que no han encontrado las facturas a la Comunidad de Madrid que Ortega afirmaba que existían. El exalcalde, expone que ya informó de los problemas que tenía en prisión: “dificultad para la realización del escrito que pretende redactar, ya que solo puede consultar los documentos de que dispone en horario muy reducido a consecuencia de las limitaciones temporales para el acceso a los ordenadores fijadas al centro penitenciario en el que el señor Ortega cumple condena”.

Un escrito anterior que también hacía constar “la dificultad que supone el carecer de mecanismo alguno para el archivo o fotocopia de documentación, por lo que debe realizar un redactado a mano del documento que pretende elaborar y luego pasarlo a su letrado”. Y apostilla que, “más de nueve meses después de su declaración, el señor Ortega aporta una serie de documentos, los cuales entiende indiciarios de acreditar los hechos que en su momento se denunciaron”.

Por todo ello, el nuevo escrito afirma que, “visto el resultado de la UCO del pasado mes de febrero y de los razonamientos contenidos en el auto quiere realizar las siguientes manifestaciones: que reitero mi voluntad de colaborar con la Justicia; que la información que aporté en mi escrito de 28 de abril fue consecuencia de que en esas fechas ya contaba, y, no anteriormente, con la citada documentación, a la que, previa autorización judicial, se me permitió acceso en el centro penitenciario a través de soporte pendrive; que en consecuencia cuando presté declaración el 9 de julio de 2020 no podía aportar información -dado el tiempo transcurrido- sobre datos como: presupuestos, facturas, conceptos, importes, correos electrónicos”.

En su lista, Ortega prosigue diciendo: “Que sin el acceso a esa documentación no iban a prestar testimonio sobre unos hechos que, lógicamente, o bien no podía recordar, o de hacerlo, no con la debida precisión y con las consecuencias que podía conllevar con respecto a terceros; que el tratamiento de esa ingente documentación solo me es posible a través de la disposición de mi propio ordenador personal, pues en el centro penitenciario, aparte del tiempo limitado de disposición del ordenador, no me es posible ni tan siquiera imprimir o fotocopiar ninguno de estos documentos, con el fin, como ejemplo, para servir de estudio o interrelación de facturas presupuestos, correos electrónicos…Se trata de una documentación ingente y de hace muchos años, que por estas condiciones de tratamiento, se me hace imposible participar de manera adecuada”.

Así, por todo lo anterior, Guillermo Ortega, le pide al juez del caso Púnica que le “autorice, a los fines expuestos, al acceso de mi ordenador personal en el centro penitenciario”.