En estos momentos el número de incendios activos, según informa a ELPLURAL.COM la Consellería de Medio Rural, en la comunidad gallega es de 59. De los cuales 15 están declarados de nivel II, por el peligro que conllevan para la población y los bienes inmuebles, repartidos cuatro en la provincia de Pontevedra, tres en la de Lugo y ocho en la de Ourense. Los 44 restantes se focalizan en la provincia de Lugo con 13, Ourense con 14, además de Pontevedra con 15 y A Coruña con uno.

“Triángulo de fuego” y descontrol

Según varios representantes institucionales, aunque es precipitado hacer valoraciones, se sopesa la posibilidad de que muchos de los fuegos hayan sido provocados intencionadamente, dado el gran número de focos que se han llegado a producir de manera simultánea.

A esta posibilidad de suma lo que los expertos denominan el “triángulo de fuego”. Se trata de tres condiciones climáticas que juntas ayudan a una propagación rápida del fuego: 30 o más grados de temperatura, menos de un 30% de humedad del ambiente y más de 30 nudos de velocidad del viento.

Además de estos condicionantes, fuentes que se han puesto en contacto con este medio, relatan una demora de bastantes minutos en una caseta situada en Cabeza de Neda con el centro de coordinación en la provincia de Ourense. Tras una caída del suministro eléctrico, no pudieron ponerse en contacto con su distrito, que coincide con el centro de coordinación provincial, para dar aviso de dos incendios. Además, hay que destacar que no cuenta con un generador para una emergencia.

Imágenes cedidas a ELPLURAL.COM de helicópteros parados en la base de Queimadelos ( Mondariz ). No pueden actuar por el humo de los incendios.

En el incendio que permanece activo en Viana do Bolo (Ourense), también nos han comentado que los medios aéreos no han podido actuar porque las columnas de humo son de 1500 metros de altura que impiden la visibilidad, al mismo tiempo que se quejan de la falta de buldozers y de bomberos forestales