En plena década de los 90 surgió en Estados Unidos un concepto novedoso a la par que peligroso. Bugchasing, un reto que se ha puesto de moda en los círculos de jóvenes, sobre todo en los homosexuales.

Se trata de una práctica en la que se busca el contagio de VIH de forma premeditada para empatizar con las personas que padecen o han padecido esta enfermedad. No obstante, otros tantos buscan tan solo la excitación ante el riesgo de contraer la enfermedad cuando mantienen relaciones sexuales.

Según recoge Antena 3, muchos expertos consideran que se trata de una carencia notable en la educación sexual del individuo debido a que no conocen lo que supone tener esta enfermedad.

En Internet existen diversos portales en los que estas personas se identifican para entrar en contacto con ellas, aunque también utilizan las redes sociales. “Esta infección no se cura, no hay un tratamiento eficaz definitivo y es un grave riesgo”, destaca Belén Padilla, infectóloga, en declaraciones para Antena 3.