Sanidad ha informado este sábado de que el test genético para virus de Marburgo realizado por los científicos del Instituto de Salud Carlos III al paciente sospechoso y aislado en Valencia descarta la presencia de este virus. Del mismo modo, se descarta la presencia del virus del Ébola. Por eso, el paciente será sometido a nuevas pruebas en los próximos días para descartar definitivamente el diagnóstico anunciado este sábado sobre el virus de Marburgo.

Así, hasta la confirmación de los resultados, el paciente seguirá aislado en el Hospital La Fe de Valencia, centro de referencia en la Comunidad Valenciana. Y es que este ha sido el primer caso detectado en España de ser sospecho de haber contraído el virus de Marburgo, similar al Ébola, ya que también causa fiebre hemorrágica.

Sanidad ha elaborado un protocolo de actuación para detectar de manera precoz el virus de Marburgo y evitar casos secundarios. Este texto, que también incluye recomendaciones e instrucciones ante cualquier sospecha, está publicado en la página web del Ministerio de Sanidad.

Fue el pasado viernes cuando la Comunidad Valenciana activó el protocolo al detectar un caso sospechoso del virus de Marburgo en un varón de 34 años que estuvo en Guinea Ecuatorial durante un período de tiempo que podría cuadrar con la incubación y desarrollo de esta enfermedad vírica.

Ya el pasado 14 de febrero cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó sobre el primer brote del virus de Marburgo en Guinea Ecuatorial, en la provincia Kie Ntem, situada en la parte noroeste del país, en la zona limítrofe con Camerún y Gabón.

Síntomas del virus de Marburgo

Los síntomas del virus de Marburgo son dolor de cabeza, vómitos de sangre y dolores musculares. Se transmite con el contacto con sangre infectada u otros fluidos y tejidos corporales, y para su tratamiento no existen vacunas ni medicamentos antivirales aprobados.

De manera más extendida, los síntomas a tener en cuenta para sospechar del virus de Marburgo son: fiebre, cefale y gran malestar, dolores musculares, diarrea acuosa intensa, dolor y cólicos abdominales, confusión e irritabilidad en fases graves, nauseas y vómitos, manifestaciones hemorrágicas graves a los 5 o 7 días o sangrado espontáneo.

En cuanto a la mortalidad, según se ha podido ver en brotes producidos en la República Democrática del Congo, se ha demostrado una letalidad del 83%, y de un 88% en Angola. No obstante, en el brote inicial de 1967 en Europa fue del 24%. Sin embargo, según informa Sanidad, el virus de Marburgo se considera con una alta letalidad, con una tasa media que ronda el 50%.

La infección humana por el virus de Marburgo, en la mayoría de los brotes, se debe a la estancia prolongada en minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos Rousettus, tal como ha informado el Ministerio de Sanidad en el protocolo sanitario. Así, ha señalado que la vía más probable de su llegada a España puede ser a través de viajeros infectados, que vengan por barco o avión.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad de Guinea Ecuatorial ha señalado que hasta el momento se han confirmado 9 fallecimientos, 16 sospechosos (14 asintomáticos y dos con síntomas leves), 21 personas aisladas y vigiladas por haber sido contacto y 4.325 personas en cuarentena en sus viviendas por el virus de Marburgo.

En nuestro país, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, aseguraba el pasado jueves que el virus “está circunscrito” a Guinea Ecuatorial, trasladando un mensaje de tranquilidad afirmando que “con las lecciones de la pandemia del coronavirus aprendidas es necesario estar a alerta y preparados”. “Por ahora el riesgo que tenemos está circunscrito al ámbito del país africano donde está, pero por supuesto lo que sabemos es que hay que estar alerta y monitorizando”, añadía.

Cómo se contagia el virus de Marburgo

Los primeros brotes de este virus se dieron en 1967, en Marburgo y Fráncfort (Alemania) y en Belgrado (Serbia), y se asociaron a trabajos de laboratorio con monos verdes africanos.

Tal como ha informado la OMS, el contagio del virus de Marburgo puede ocurrir por contacto de la piel lesionada con las mucosas de la sangre o líquidos corporales de las personas infectadas. Además, las infecciones se pueden dar también por la mala manipulación de material sanitario, como agujas.

Para diagnosticar este virus se recurre a una prueba de antígenos, inmunoadsorción enzimática o seroneutralización. No tiene tratamiento ni vacunas aprobadas y autorizadas para combatirlo y, según la OMS, la terapia de apoyo mediante rehidratación oral o intravenosa y el tratamiento de síntomas pueden mejorar la supervivencia en caso de contagio.