Según avanzan las horas se van conociendo más detalles del caso Rubiales, y es que el hecho de que la persona que hasta el pasado domingo fuera máximo responsable del fútbol español anunciara su dimisión no quita para que aún quede mucha tela que cortar, sobre todo después de que este lunes la Audiencia Nacional admitiera a trámite la querella contra el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

La noticia de la renuncia a seguir sustentando el cargo llegó antes a Reino Unido que a España, concretamente Rubiales se lo contó en exclusiva al polémico periodista británico Piers Morgan en una entrevista de la que se van conociendo pequeñas píldoras poco a poco. Las últimas declaraciones que han salido a la luz tienen que ver, precisamente, con el hecho que ha desatado el huracán: el beso a la futbolista Jenni Hermoso sin su permiso.

Ni un ápice de autocrítica de Rubiales

Lejos de realizar autocrítica alguna, Rubiales sigue considerando el acto como algo normal y fruto de la emoción del momento, en la línea del relato que defendió en la Asamblea de la Federación. Manteniendo esa línea, también en su conversación con el medio inglés mantiene que el significado del beso “habría sido exactamente el mismo” que el de uno una de sus hijas. “Entre amigos y familiares, eso es muy común”, sigue asumiendo.

Respecto de las intenciones del beso, Rubiales sostiene que fueron “nobles” y “entusiastas” y en ningún caso “sexuales”. “Fue un momento feliz, una celebración, un momento de euforia”, señala, para destacar a continuación que “no hubo daño”, ni “tuvo contenido sexual”, ni “nada de eso”. De esta manera, el expresidente de la RFEF pide disculpas, pero con matices: “Cometí un error, pido perdón, pero seamos claros: bajo ninguna circunstancia es una agresión sexual”. En la misma dirección, vuelve a señalar, como hiciera en la carta mediante la cual dio a conocer su dimisión, que la verdad “saldrá a la luz” y “todo estará bien”. “Tengo plena confianza (…) Mírame a la cara, soy buen tío”, dice dirigiendo la mirada al entrevistador.

Gesto en el palco

La otra imagen que dio la vuelta al mundo desde Sídney fue el gesto en el que Rubiales se lleva la mano a la entrepierna en presencia de la reina Letizia y la infanta Sofía. A diferencia del beso sin consentimiento a Jenni Hermoso, aquí el expresidente sí que se muestra algo más contundente: “Me da mucha vergüenza... No hay excusas. En España, tanto con los hombres como con las mujeres, hay una expresión que probablemente se traduciría en algo así como 'olé, mis huevos' o algo por el estilo. Esta expresión vulgar básicamente lo que significa es: bravo, bien hecho. Pido disculpas porque no es el comportamiento que debería haber tenido".

Piers Morgan, el controvertido periodista al que Rubiales adelantó su dimisión

“Sí, lo haré. No puedo seguir en mi trabajo”. Así contó Rubiales que iba a dejar su cargo como presidente de la RFEF. “Amo mucho a mis hijas y ellas me quieren mucho. Estoy muy feliz y muy orgulloso de ellas. Son muy cercanas a mí (…) Mi padre, mis hijas, hablé con ellos y saben que no es cuestión sobre mí”, señalaba en primera instancia antes de añadir que “muchos amigos”, muy “cercanos” a él le habían dicho que se tenía que “centrar” en la dimisión y “continuar” con su vida.

“Así que, cuando alguien no piensa sólo en sí mismo, porque he tenido que soportar mucho estas tres semanas, es una cuestión solo mía. En la situación de ahora es lo más inteligente y lo que tengo que hacer”, concluía.

En lo que respecta a Piers Morgan, se trata de uno de los periodistas y presentadores más discutidos de Reino Unidos. Su última gran bomba informativa ha sido la entrevista al ya expresidente de la Federación, pero su carrera viene marcada por la controversia, las exclusivas, opiniones y enfrentamiento con celebridades, políticos e incluso la realeza.

Convertido en el editor más joven de un medio nacional británico en más de 50 años -el News of the World del polémico Rupert Murdoch- trabajó después en el Daily Mirror, donde estuvo hasta 2004 y del que fue despedido por publicar unas imágenes falsas de soldados británicos maltratando a prisioneros iraquíes. Entre sus polémicas de esta época se encuentra la filtración de una conversación telefónica entre el príncipe Carlos y Camila Parker Bowles, en la que se revelaban sus intimidades; la publicación de unas fotos de la princesa Diana en el gimnasio, filtradas cámara oculta mediante; y la acusación de haber participado en el escándalo de las escuchas telefónicas ilegales por el que fue interrogado en 2013.

Ya en el año de la pandemia, entre sus controversias destaca que cuestionó la veracidad de las declaraciones de Meghan Markle sobre su salud mental, acusada, según ella misma señaló, por su experiencia en la familia real británica. El hecho le costó al periodista su renuncia del programa Good Morning Britain. Pese a ello, no fue la única vez que se burló de la Casa Real, ya que más tarde imitaría su acento chino, supuestamente tras haber aceptado el contrato millonario de una marca de leche para patrocinarla.

Entre sus exabruptos más sonados destacan haber autorizado o conocido las escuchas telefónicas de algunos de los periodistas de los dos primeros medios mencionados a famosos, políticos o víctimas, algo que él negó; aunque después reconoció haberlo escuchado un audio de voz del exfutbolista Paul Gascoigne. A este se suman otros como su crítica a ultranza de la guerra de Irak y el primer ministro Tony Blair, lo que le valió el apoyo de algunos sectores y le costó la repudia de otros. En una opinión que bien puede ser calificada de controvertida, defendería después la posesión de armas en Estados Unidos (EEUU), donde se mudó para trabajar en el espacio America's Got Talent y como presentador de CNN.

Tampoco se quedan cortos sus comentarios machistas por el aspecto físico y la edad de celebridades como Madonna o Julia Roberts, así como el rechazo a la campaña #Metoo contra el acoso y a algunas de las figuras más importantes del feminismo actual como Emma Watson o Beyoncé.

Querella de la Fiscalía

Volviendo al beso de Rubiales, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, Francisco de Jorge, admitía el pasado lunes la querella presentada por la Fiscalía por los delitos de agresión sexual y coacciones a partir del beso que dio a la campeona del mundo sin su consentimiento.

El magistrado ha acordado las primeras diligencias en el procedimientos y ha pedido a los medios imágenes “desde todos los ángulos” tanto del momento de la acción como anteriores y posteriores.