Después de que Luis Rubiales presentase este domingo por la noche su dimisión como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tras más de 20 días de polémica, ahora, la policía de Australia se ha mostrado dispuesta a colaborar con la española para determinar si el beso no consentido a la campeona mundial Jennifer Hermoso llego hermoso durante la Final de fútbol femenino el pasado 20 de agosto es constitutivo de un delito en el país anfitrión.

Es así como la policía australiana colaborará con la española “cuando sea necesario” con tal de acelerar el proceso, según ha adelantado este lunes el diario británico The Guardian. “No se ha remitido ningún informe a la policía de Nueva Gales del Sur; sin embargo, si los reciben, los agentes se pondrán en contacto con las autoridades internacionales y ayudarán cuando sea necesario”, ha señalado a la par un portavoz del cuerpo.

Tal y como figura en la legislación australiana, el comportamiento de Luis Rubiales podría ser calificado como una “ofensa sexual”, siempre y cuando se cumpla “el principio de doble incriminación”, es decir, que los hechos que se investigan sean delito tanto en el país donde se produjeron como en el de origen del autor de los mismos. Así las cosas, hasta que no se extraiga una conclusión de la investigación, Australia no podrá determinar si se produjo o no un hecho delictivo en su territorio.

Fiscalía ya pidió colaboración a Australia

Cabe recordar que la Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitó en la querella contra Rubiales que el instructor se dirigiese a Australia para esclarecer si la actitud del ya ex presidente de la RFEF tiene reproche penal en su país. Como tanto el autor como los hechos están determinados, no habría que practicar muchas más diligencias más allá de que Rubiales prestase declaración ante el juez instructor.

Para que la querella que de la Fiscalía sea viable depende de que encaje en lo que estipula la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPD) en su artículo 23.2. En él, se acota que los tribunales españoles conocerán de los delitos que hayan sido cometidos fuera del territorio nacional, siempre que los responsables sean españoles y concurra que el hecho sea punible en el lugar en el que se produjo. Además, ese artículo señala que el acusado no debe haber sido absuelto, indultado o penado en el extranjero -en caso afirmativo, que no no haya cumplido condena-; mientras que el agraviado -Jennifer Hermoso- o el Ministerio Fiscal interpongan querella ante los tribunales españoles.

Por su parte, Jennifer Hermoso ya ha declarado en la sede de la Fiscalía General del Estado (FGE) y ya formalizó su denuncia contra Rubiales el pasado 5 de septiembre. La jugadora presentó la demanda después de que la Fiscalía le ofreciera acciones tras abrir unas Diligencias de Investigación Preprocesales. Y es que cabe matizar que en los delitos contra la indemnidad sexual es necesaria la previa denuncia de la víctima, ya que el fiscal no puede ejercer la acusación si la persona afectada no la ha interpuesto.

El delito de agresión sexual previsto en el artículo 178 establece que el autor de los hechos será penado con “prisión de uno a cuatro años” por realizar “cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento”.

Dimisión de Rubiales

Este domingo por la noche trascendía la noticia esperada: Luis Rubiales, más de 20 días después del escándalo que ha sacudido al deporte femenino y ha movilizado de nuevo al feminismo, presentaba su dimisión como presidente de la RFEF y como vicepresidente de la UEFA.

En un primer momento, trasladó el mensaje durante una entrevista en un medio inglés pero, posteriormente, fue el presidente en funciones de la Federación, Pedro Rocha, quien difundió el comunicado oficial. "A las 21:30 horas he transmitido al presidente en funciones, don Pedro Rocha, mi renuncia al cargo de presidente de la RFEF. También le he informado de que he hecho lo mismo con mi cargo en UEFA para que mi puesto en la Vicepresidencia pueda ser sustituido", explica Rubiales, que había sido apartado cautelarmente de su cargo por la FIFA tras el beso forzado.

No obstante, Rubiales también matizó en sus palabras que no desea que el fútbol profesional español se vea “perjudicado por esta campaña tan desproporcionada” contra su persona, y precisa que su decisión se ve motivada por la intención de que Europa y África sigan unidas. A la par, manifestó su “fe en la verdad” e insistió en que haría “todo” lo que esté en su mano “para que prevalezca”. “Mis hijas, mi familia y la gente que me quiere han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades”, continúan las siguientes líneas del escrito.